Estuvieron privados de su libertad durante casi un mes y fueron encontrados por las Fuerzas Armadas
Ocho militares venezolanos «fueron rescatados» en una operación de la Fuerza Armada de su país en el estado Apure tras permanecer secuestrados durante casi un mes por grupos irregulares colombianos, entre ellos disidentes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la región fronteriza, informó el Ministerio de Defensa bolivariano.
«Hoy 31 de mayo del año en curso fueron rescatados mediante la operación ‘Águila Centenaria’, los ocho profesionales militares secuestrados por grupos irregulares armados colombianos desde principios del mismo mes» y se encuentran «sanos y salvos», indicó el comunicado oficial difundido en Twitter.
La fuente indicó además que continúa la «búsqueda de otros dos efectivos», sin aportar detalles de su rango ni en qué condiciones fueron capturados. Tampoco aportó detalles de posibles bajas en algún bando durante la operación de rescate.
El ministro de la Defensa, Vladimir Padrino -quien había confirmado oficialmente el secuestro el 15 de mayo, aunque se estima que para entonces los militares ya llevaban al menos medio mes de cautiverio-, escribió anoche en sus redes que los ocho efectivos estaban «acompañados de un excelente grupo de médicos militares». «Brindamos atención a 8 valerosos patriotas, quienes encontrándose secuestrados por grupos criminales colombianos, hoy fueron rescatados en el estado Apure. Nada nos detiene», señaló.
La captura de los militares ocurrió en el estado Apure (oeste), fronterizo con Colombia, donde se reportan enfrentamientos desde el 21 de marzo con estos grupos irregulares, que no han sido identificados directamente por el gobierno venezolano, más allá de llamarlos «terroristas», aunque Colombia sostiene que se trata de disidencias de las FARC, reportó la agencia de noticias AFP. No obstante, el presidente Nicolás Maduro reconoció la posibilidad de que se sean disidentes de las FARC.
En esos combates, 16 efectivos de la Fuerza Armada venezolana y nueve colombianos murieron, según balances oficiales. El conflicto además ha forzado el desplazamiento de miles de civiles.
Poco antes del comunicado de las Fuerzas Armadas, la ONG de derechos humanos Fundaredes, generalmente bien informada sobre el conflicto en la región y que había dado cuenta del secuestro de los agentes antes que las autoridades, informó sobre la liberación.
Su director Javier Tarazona, crítico de Maduro, publicó una fotografía en la que aparecen, según dice, los ocho uniformados venezolanos, sonrientes en una avioneta en la que «estarían volando» rumbo a Caracas. «Tenemos conocimiento de la liberación de los ocho prisioneros de guerra que estaban en manos del grupo terrorista de las FARC», expresó Tarazona, en un video difundido en Twitter. «La información que hemos tenido es que algunos de ellos se han comunicado con sus familiares directos, están en este momento en exámenes médicos en la ciudad de Caracas», añadió.
Fundaredes informó el secuestro de estos militares el 10 de mayo, cuando publicó un documento de presuntos disidentes de las FARC que daba cuenta de ocho uniformados «capturados como prisioneros de guerra» en medio de combates con la Fuerza Armada venezolana.
Cinco días después, Padrino denunció el «infame secuestro» de estos agentes, asegurando que la Cancillería venezolana estaba en «coordinaciones» con el Comité Internacional de la Cruz Roja para que «sirva de enlace en la entrega» de los uniformados capturados. En medio de los enfrentamientos en la región fronteriza, se informó la muerte en Venezuela del líder guerrillero Jesús Santrich.
Venezuela y Colombia, con una frontera común de 2.200 kilómetros, rompieron relaciones en enero de 2019, luego de que el gobierno de Iván Duque reconociera al líder opositor Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela y no a Maduro, a quien tacha de «dictador», y lo acusa de amparar a disidentes de las FARC y combatientes del ELN en su territorio. Maduro, por su parte, suele involucrar a Duque en constantes denuncias sobre planes de golpe de Estado y magnicidio en su país.