Política y Economía

Álvarez Agis: «La economía está toda rota y la gente se está cagando de hambre»


El ex viceministro de Economía de la Nación criticó duramente al gobierno al decir que "no hay un plan económico"

El ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis cuestionó duramente hoy al Gobierno por no tener un plan, y aseguró que la economía argentina «está toda rota y la gente se está cagando de hambre».

«No hay un plan económico. Y me parece que hay que diferenciar dos cuestiones respecto del ataque a la inflación. Medidas con efectos paliativos de una inflación que se acelera y es particularmente intensa en alimentos e insumos, de lo que es un plan anti-inflacionario. Ahí nos podemos poner a discutir si puede ser ortodoxo, heterodoxo, por izquierda, por derecha, de shock, gradual, con política fiscal o política monetaria», evaluó.

En declaraciones radiales, el ex número dos de Axel Kicillof en el Palacio de Hacienda sostuvo que «lo cierto es que el Gobierno no ha comunicado un típico programa anti-inflacionario ni lo ha puesto arriba de la mesa para empezar a marcar, básicamente, no sólo cuál es la expectativa de desacerelación y las herramientas, sino lo más importante: qué hacer cuando el programa se desvía».

«Una cosa es que el Gobierno diga ‘la inflación este año va a ser de 29% y después la realidad muestre que ya no va a ser así. Y otra cosa es que diga a principios de año ‘vamos a apostar a un 29% pero si la soja se va u$s 600, vamos a hacer tal cosa; si el petróleo baja, vamos a hacer otra «, añadió el actual director de la consultora PxQ.

A su criterio: «En la Argentina estamos con este Boca-River. No importa lo que haga el otro, si estoy del otro lado de la grieta tengo que ir del lado inverso. Si Alberto (Fernández) anuncia un plan anti-inflacionario, del otro lado de la grieta van a contestar que la inflación es buena. Si no hace nada, le van a decir que necesita un plan»

Además, el economista consideró: «Posponer decisiones conspira en contra de los objetivos de ambas partes. Si en economía mezclás negro y blanco, no sale gris: sale un Frankenstein».