El pequeño ingresó fallecido al centro asistencial, por lo que las autoridades sanitarias dieron intervención a la Policía y a la Fiscalía, mientras que se comprobó que además de coronavirus, el menor presentaba una deficiencia cardíaca
La muerte de un niño de ocho años al que sus familiares ingresaron ya fallecido a un centro asistencial y luego se comprobó que estaba contagiado por coronavirus, es investigada por la Fiscalía en turno de la ciudad entrerriana de Gualeguaychú.
Según informaros los medios locales, el pasado martes el menor se descompensó en su vivienda situada en la estancia San Ignacio, en la Aldea San Antonio y fue trasladado por el encargado del lugar hacia el Centro de Salud San Antonio, a unos 10 kilómetros del establecimiento rural.
El pequeño ingresó fallecido al centro asistencial, por lo que las autoridades sanitarias dieron intervención a la Policía y a la Fiscalía, mientras que se comprobó que además de coronavirus, el menor presentaba una deficiencia cardíaca.
En tanto, se indicó que el niño estuvo 24 horas con un cuadro de gastroenteritis, mientras que su hermanita, de cuatro años, con un cuadro gripal iniciado cinco días antes y, ante esta situación, se determinó hisopar a la familia donde se comprobó el caso positivo del nene.
«En el centro de salud de Aldea San Antonio intentaron reanimarlo sin éxito. La familia (mamá, hermana y pareja de la madre) están cumpliendo aislamiento preventivo de 10 días», informaron referentes sanitarios.
Según informó a R2820 Radio en CNN Gualeguaychú el fiscal interviniente, Mauricio Guerrero, indicó: «La causa se inició el mismo día del hecho. Personal policial de la localidad se comunicó con la Fiscalía de Turno, informando que había ingresado al Centro de Salud de Aldea San Antonio un menor de ocho años fallecido, sin presentar signos de violencia».
«Como en ese lugar no hay médico de policía ni forense, iniciamos una investigación judicial. Se ordenaron algunas medidas con resguardo, conforme a los protocolos vigentes.
Criminalística fue al lugar con los trajes respectivos, se entrevistó a la familia, al encargado del establecimiento rural donde residía la familia y al capataz del campo», dijo.
En el marco de los protocolos vigentes por la pandemia, «si el cuerpo no presenta signos de violencia, se realiza un examen externo y en el caso de no haber sospecha de criminalidad, no se realiza una autopsia», explicó Guerrero.