María Rosa Julián, presidenta de la Asociación de Padres por la Igualdad Rosario, habló con CLG sobre la historia del mozo con síndrome de down de El Cairo que falleció esta semana y cuestionó el estado de la vacunación contra el Covid-19 en la población con discapacidad
El fallecimiento de Daniel Hernández, el conocido mozo del bar El Cairo que tenía síndrome de down, generó mucho dolor en todo Rosario. «Dani», de 44 años, murió por síntomas compatibles con el coronavirus y no estaba vacunado contra la enfermedad que tiene en vilo al mundo desde comienzos del año pasado. La situación despertó el enojo de la población santafesina con discapacidad, que exige ser vacunada. María Rosa Julián, presidenta de Applir (Asociación de Padres por la Igualdad Rosario), habló con CLG sobre la historia de «Dani» y el estado de la inmunización de este sector de la sociedad.
María Rosa contó cómo fue que Daniel, que formaba parte de Applir, comenzó a trabajar en el conocido bar rosarino ubicado en el centro de la ciudad: «Una mañana de un 25 de mayo fuimos al Cairo a hacer un spot publicitario para un concurso. Ese día estaban los mozos sirviendo y Daniel se acercó, porque habíamos hecho una capacitación de mozos a veinte jóvenes, y les dijo: ‘Yo soy igual que ustedes y les voy a traer el currículum’. A raíz de eso nos acercamos, hablamos con los dueños del bar y quedó. Realmente era una barbaridad, ya llevaba diez años trabajando».
Daniel falleció el último miércoles y la noticia la dio a conocer el propio bar a través de sus redes sociales. Lo despidieron como a un amigo y con mucho pesar, algo que se replicó en cientos de comentarios dado que mucha gente había sido atendida por él. «Fue muy doloroso, es un hecho lamentable. Bailaba folklore con nosotros y estaba en todo lo que hacíamos. Además tenía una familia que lo acompañaba en todo», expresó la presidenta de Applir.
Meses atrás, cuando comenzaron a llegar las vacunas contra el Covid-19, el Ministerio de Salud provincial puso en marcha la aplicación de las primeras dosis en instituciones de salud mental para quienes están allí en forma permanente o con estadías prolongadas, también en los centros de día, centros de formación laboral y centros educativos terapéuticos. Las autoridades sostienen que ya fueron inoculadas alrededor de 20 mil personas con discapacidad, de un total de 42.946 personas inscriptas en el Registro Provincial de Vacunación.
Sin embargo, María Rosa criticó la vacunación al afirmar que cuando empezaron a vacunar a personas con discapacidad, los chicos de Applir quedaron excluidos por no estar institucionalizados. “Son 30 chicos con diversas patologías, algunos muy jóvenes que deberían estar vacunados”, remarcó. “Hablé con la provincia porque la discapacidad es una sola, pero me dijeron que primero se avanzaba en los centros de día porque hay más comorbilidades, algo que no es así”, cuestionó la mujer.
«Decían que las personas con síndrome de down mayores de 40 años ya estaban vacunadas, pero ‘Dani’ es la muestra de que eso no era cierto. Además quedó en claro que estas personas tienen más probabilidades de que el virus sea letal», manifestó la entrevistada. Y agregó: «Por eso decimos que la vacunación viene mal, es lamentable pero a la discapacidad no se la tiene en cuenta».
En las últimas horas, desde la provincia informaron que con las nuevas dosis de la vacuna de AstraZeneca que llegaron esta semana avanzarán con la colocación de las segundas dosis en los geriátricos del territorio y en los centros de día, donde se alojan muchas personas con discapacidad.