Con su astrología feminista, muy interesada también por la relación con el medio ambiente, Lu Gaitán ha demostrado que lo personal es también lo político
El auge de los feminismos revitalizó el campo de la astrología al incorporar un enfoque sistémico que ofrece una forma interconectada de mirar y que permite revisar muchas prácticas y modalidades opresivas, como el patriarcado, tal como coinciden algunas y algunos de sus referentes.
Con su astrología feminista, muy interesada también por la relación con el medio ambiente, Lu Gaitán ha demostrado que lo personal es también lo político. En clave de género y cruzando su formación como politóloga, su obra en el lenguaje de los astros resignifica la interpretación más individualista proponiendo una lectura que cuestiona la interpretación dual, donde se incluye por supuesto el patriarcado.
«La astrología más conocida, después del horóscopo de las revistas y los memes astrológicos, es la psicológica. Todos sus análisis se centran en el individuo y si bien sus aportes son súper interesantes y necesarios, su abordaje se vuelve muy individualista. No hay registro de variables fundamentales como el género, la clase social, la época, el lugar donde vivimos o si soy blanca o afro descendiente», explica.
Y agrega: «Creo que es fundamental pensar al individuo no solo conectado al cielo sino al colectivo del que forma parte. Y sobre todo, al individuo como parte de un ecosistema donde están todas esas variables en juego. En esta línea, creo que la astrología puede colaborar en una suerte de giro copernicano, como dice mi colega Jesica Fernández, y empezar a pensarnos de otro modo».
¿Por qué te interesa reponer esta interpretación desde la astrología? «Voy a citar a un varón para validarme ah re – responde con ironía-. Este hombre decía, en el siglo XIX, ‘la filosofia se ha dedicado a interpretar el mundo, ahora se trata de transformarlo’. Esto aplica a la astrología. Lo más interesante de la astrología y de otras disciplinas esotéricas, es que nos llevan a re encantar el mundo en el que vivimos. Entonces, muchas prácticas y violencias que tenemos naturalizadas y aceptadas, empiezan a ser percibidas de otro modo. El patriarcado también es el positivismo».
Por su parte, Lucía Ángeles Ferreccio dice que «no es casual» la conexión entre esta «vuelta de la astrología» con la ola feminista que se vive en el mundo entero, especialmente en nuestro país. «Pareciera que van de la mano algunas formas de mirar. Así como se habla de los anteojos del feminismo, a mi me gusta hablar de los anteojos de la astrología o del enfoque sistémico, que son formas de ver, mirar y estar. Y tanto el feminismo como la astrología tienen esa mirada sistémica que nos habla de incluir».
«Me parece -continúa- que estamos en un momento donde está habiendo una necesidad de ordenar y de incluir, de reconocer, de auto indagar, de revisar, cuestionar, deconstruir. Y la astrología es muy genial para eso porque da herramientas muy concretas».
Más alejada de ese foco en lo individual -que no significa escindirse de lo subjetivo-, estas lecturas del lenguaje astrológico extendidas y globalizadas gracias a las redes sociales reponen lo político como algo que siempre estuvo ahí. En palabras de Leticia Pogoriles «es imposible no pensar la astrología desde una dimensión política e histórica y desde una perspectiva de género».
Para ella «estos saberes tuvieron siempre una dimensión política, a las brujas las quemaron y asesinaron por una política y una connivencia entre estados, patriarcado e iglesia. Ese vacío que dejó el genocidio de mujeres, también nos hace pensar porqué no hay mujeres reconocidas en la historia de la astrología y de la astronomía».
En este sentido, ilustra «ejemplos muy saludables de astrología contemporánea» como «la movida de Astrología Disidente o los encuentros de astrología feminista que comenzaron en 2020 o las consignas y textos que lanzan desde la red Brujas Feministas. Me resultan inspiradores para abrir la cabeza, debatir. Muchas veces con el caos de redes y la sobreinformación, la organización y el estar vinculadas sumado a la propalación de nuevos sentidos brinda muchísimo para poder elegir qué discursos astrológicos, (pero sobre todo humanos, empáticos y coherentes) tomar y asimilar».
Por su parte, AstroMostra celebra estos revisionismos críticos que están haciendo «obras muy productivas en la astrología» entre ellas las de Lu Gaitán. Y advierte ciertos peligros de hacerlo sin una lectura política profunda porque «se puedo escribir un horóscopo en lenguaje inclusivo pero igual aún así tener toda la heteronormatividad en el dispositivo subjetivo que estoy tratando de construir por más que haya tratado de romper la binorma».
Por otro lado, el astrólogo pone en diálogo esa dimensión con «la crisis global del capitalismo tardío en el que estamos temblando entre nuestros derechos, subjetividades y otra revolución tiene que ver con el futuro con construir nuestro futuro y lo que se puso en perspectiva con el coronavirus y la proximidad con la muerte».