Fue prendido fuego anoche después de una jornada de protestas que terminó en disturbios y represión policial
El Palacio de Justicia de la ciudad colombiana de Tuluá, en el suroeste del país, fue incendiado anoche después de una jornada de protestas que terminó en disturbios y represión policial, informa la prensa local.
Las llamas arrasaron buena parte del techo y el segundo piso de la institución judicial, según informes y videos difundidos por la Policía de esta ciudad, ubicada en el departamento del Valle del Cauca, 94 kilómetros al norte de Cali, la capital regional.
Según el medio local La voz de los robles, la quema del edificio se dio luego de que policías antidisturbios trataron de «despejar los bloqueos» de manifestantes. En respuesta, encapuchados incendiaron el edificio y bloquearon el paso de bomberos, según se observa en diferentes videos difundidos en redes sociales.
El ministro de Justicia, Wilson Ruiz, condenó en Twitter los «actos de terrorismo que buscan sembrar caos y miedo», mientras que el jefe de la cartera de Defensa, Diego Molano, denunció en la misma red social a «los vándalos» que «quieren obstruir la justicia» con este ataque, informó la agencia de noticias AFP. Durante la misma noche se registraron ataques contra la sede de la Fiscalía en Tuluá, si bien el edificio sólo amaneció con cristales rotos y daños menores en la fachada.
Desde que se iniciaron las movilizaciones contra el Gobierno de Iván Duque el 28 de abril, hace cuatro semanas, el departamento del Valle del Cauca fue epicentro de protestas duramente reprimidas por la fuerza pública. La mayoría de los 43 homicidios registrados a la fecha -que según fuentes extraoficiales serían al menos 50- ocurrieron en esa región, donde convergen pobreza, racismo, narcotráfico y el conflicto que repunta tras la firma de la paz con la guerrilla FARC, en 2016.
El incendio y los disturbios se produjeron horas después de que el Gobierno y el Comité del Paro elaboraran un documento en busca de una mesa de negociación para garantizar que no haya violencia contra las protestas antigubernamentales,
«Se dio por concluido el análisis de los puntos en los que las partes han redactado textos que deben ser refrendados, tanto por el Gobierno Nacional como por la Asamblea del Comité del Paro. También dejaron constancias para un análisis posterior sobre los puntos en los que aún no hay consenso», informó ayer la Oficina del Alto Comisionado para la Paz.
Los cierres de rutas, que se multiplican en el oeste del país y causan desabastecimiento, amenazan con restarle apoyo popular a las manifestaciones antigubernamentales. El presidente del país, Iván Duque, exige su levantamiento como condición para negociar una salida a la crisis. El mandatario ordenó a la fuerza pública desmontar esas «expresiones que son violentas», pese a la condena internacional de los excesos cometidos por la policía en la represión de las manifestaciones.
El estallido social, que reclama un país más justo y solidario ante el deterioro económico que agudizó la pandemia, deja de momento más de 2.000 heridos, mientras persisten 84 cierres viales. Para hoy hay nuevas convocatorias de manifestaciones y bloqueos de carreteras en diferentes puntos del país.
En Bogotá desde las 8 de la mañana se realizará una marcha en la Universidad Pedagógica, uno de los puntos de reunión frecuente de los manifestantes, y una hora después se inicia una protesta en el Parque Nacional, otro punto emblemático de la ola protestas que ya se acerca a cumplir un mes. También están previstos cortes en las autopistas de ingreso a la urbe, según el periódico El Espectador.