Son guías hacia las sanas prácticas de crianza que contribuyen a la prevención de las enfermedades
La puericultura apareció en el mundo desde la revolución industrial como un intento por disminuir la muerte de infantes antes de cumplir el primer año. Así y todo, recién en 1865 el concepto fue introducido en la medicina.
Actualmente, los puericultores actúan como guías hacia las sanas prácticas de crianza que contribuyen a la prevención de las enfermedades. La principal diferencia con la pediatría es que los pediatras dan tratamiento a las enfermedades y los puericultores previenen que ocurran. Mejor con Salud destaca algunas recomendaciones:
Aseo general
Se recomienda asear a los niños al menos una vez al día con bolas de algodón mojadas con agua tibia, limpiando las orejas por fuera sin usar cotonetes y los ojos sin obstruir el lagrimal. La nariz, con soluciones fisiológicas para ablandar las secreciones y que sean más fáciles de sacar.
En el caso del cordón umbilical, el aseo debe ser con alcohol a 70 % y el procedimiento debe iniciarse por la base del cordón. Hay que poner el pañal del recién nacido con el cordón fuera para evitar que se contamine. Respecto al pañal hay que cambiarlo como mínimo 6 veces al día para evitar que se irrite la piel.
Baño del bebé
Debe bañarse a diario con una temperatura de entre 35 y 37ºC, sin jabón con perfume durante los primeros meses. Se puede incluir el uso de champú o jabón de forma regular después de los 6 meses.
Higiene bucal
La higiene bucal comienza desde el nacimiento. Debe limpiarse la boca del recién nacido después de amamantarlo con énfasis en la lengua, las encías y las mejillas. Lo ideal es hacerlo con una gasa o paño de tela limpio. A partir de la salida del primer diente debe usarse cepillo dental de cerdas suaves pequeño y lavar con él al menos dos veces al día o después de cada comida y antes de dormir.
Vestimenta recomendada
La vestimenta debe ser de preferencia de algodón, sin etiquetas ni broches metálicos y sin adornos como collares o pulseras. Se recomienda usar una capa extra de ropa hasta los seis meses.