Así lo aseguró Ernesto Kofman, científico rosarino, en diálogo con CLG. "El efecto de estas medidas depende de que se cumplan, del control y de la comunicación", consideró.
El presidente Alberto Fernández anunció este jueves que se implementará un confinamiento total de 9 días para las zonas del país que están en alarma epidemiológica, incluida la provincia de Santa Fe. La medida llega en un marco de alerta y preocupación por los números récord de contagios y fallecimientos por coronavirus, pese al avance de la campaña de vacunación. En ese sentido, CLG dialogó con Ernesto Kofman, investigador del Conciet y docente de la UNR, quien consideró que el efecto de las nuevas medidas «depende de que se cumplan y se controle».
«Son medidas totalmente necesarias, y un poco tardías, es la realidad. Nosotros siempre propusimos tratar de adelantarnos a la curva y no esperar a que explote para tomar algún tipo de medidas», indicó en primer lugar el científico rosarino.
Kofman comparó el anuncio nacional con las medidas tomadas por la provincia de Santa Fe días atrás: «Creo que las medidas nacionales son las que más posibilidad de tener efecto tienen, son más restrictivas. El efecto se va a ver recién de acá a catorce días». Con respecto a las restricciones provinciales, señaló: «El problema es que cuando las medidas no son tan restrictivas muchas veces no tienen claridad. Entonces la gente a veces no sabe qué es lo que está permitido y qué no. Más allá de que la norma puede tener sentido, genera confusión cuando no son tan estrictas. Ahora no podés salir a la calle salvo que seas esencial, y eso da mucha más claridad».
Sobre el impacto de las medidas previas en la curva de contagios, explicó: «Hubo un pequeño efecto al principio. Algo que venimos viendo siempre desde el año pasado es que las medidas tienen inicialmente un efecto, y después a medida que pasa el tiempo lo pierde. El efecto dura unos días y luego se pierde completamente porque la gente deja de respetar las medidas. Por eso venimos proponiendo hace mucho que se tomen medidas fuertes e intermitentes. Tomar medidas restrictivas y estrictas durante 9 días, y luego liberar».
Además, al ser consultado sobre el alarmante crecimiento de los contagios, indicó: «Las restricciones de la provincia que se fueron tomando no eran suficientes más allá del cumplimiento, porque se están dando varios fenómenos que explican el crecimiento. Por un lado, hay una pérdida de la inmunidad de quienes se infectaron en la primera ola, ya sea por el paso del tiempo como por la llegada de nuevas cepas. La variante de Manaos parecería estar causando un gran crecimiento de los contagios por tener la capacidad de reinfectar a quienes ya cursaron la enfermedad, por lo que nos quita esa inmunidad adquirida que un poco nos sostenía».
«El otro factor es el frío, que hace que nos encontremos más en espacios cerrados, que es donde se producen la mayor cantidad de los contagios. Como empezaron a jugar estos factores, las medidas de restricción debían ser más fuertes de las que se tomaron», añadió.
Por otro lado, Kofman se refirió a la aplicación de vacunas en el país: «La vacunación no ha avanzado masivamente a nivel poblacional como para disminuir los contagios. Para realmente tener un efecto en los contagios tenemos que tener vacunada a más de la mitad de la población. Lo que sí está generando la vacunación es una baja en la tasa de la mortalidad. Está habiendo una mortalidad mucho menor en la gente más grande, que ya está vacunada, por lo que se movió la franja etaria hacia sectores más jóvenes. Lo que sucede es que aparentemente estas nuevas cepas son más agresivas con la gente más joven».
Por último, el científico rosarino se refirió al posible impacto del confinamiento estricto: «El efecto de estas medidas depende de que se cumplan, del control y de la comunicación. En el mejor de los casos, el efecto se verá dentro de once o doce días, a principios de junio. Recién ahí veremos qué tanto efecto tuvieron. Esperemos que pasemos a un número de contagios mucho menor. Para mí va a ser una medida que se va a tener que ir repitiendo. Yo me imagino un escenario en el que se logre bajar escalones, pasar de este promedio de más de 30.000 casos a uno menor».