El impacto de las nuevas medidas se hace notar desde temprano en la ciudad. Mirá las imágenes
Desde este jueves la ciudad vive bajo nuevas restricciones. La situación crítica del sistema de salud local y la cantidad de casos diarios de coronavirus colocaron al departamento en alerta sanitaria y llevaron a medidas más severas que se notan desde temprano en las calles rosarinas. Sólo pueden salir en vehículos particulares aquellas persona que sean trabajadores esenciales. Hay controles en más de 15 puntos para que se cumplan las medidas que rigen desde las 0 de hoy.
Los mencionados controles protagonizaron la imagen más clara de la nueva situación. Una foto que podría retrotraer a los primeros meses de la pandemia, en los que sólo podían salir quienes tenían permisos por sus trabajos. La escena ahora es similar: la circulación vehicular particular es únicamente para quienes van y vuelven de sus trabajos, aunque son más las actividades permitidas que hace un año.
El movimiento es menor, pero no nulo. En el centro, por ejemplo, puede verse a los ciudadanos a pie por las calles realizando compras. «Con los cuidados correspondientes», aseguraron a CLG.
Los comercios siguen abiertos pero deberán adecuarse al nuevo horario de cierre: 17 horas. Sólo los dedicados a productos alimenticios podrán cerrar a las 19. De hecho, la larga fila afuera de Falabella que se ve desde hace algunas semanas volvió a aparecer este jueves.
En un día que invita a quedarse adentro y con las restricciones recién salidas del horno, la cantidad de gente que se observa en las calles es menor que en jornadas anteriores. Los bares tampoco muestran mesas llenas. Además, la suspensión de las clases aporta también su granito de arena a esta realidad y los colectivos, que volvieron a funcionar desde el miércoles tras el paro de actividades, no se mueven con grandes cantidades de pasajeros.
Las nuevas medidas se hacen sentir en una ciudad cuya postal de jueves incluye mesas vacías, tránsito reducido y movimiento restringido. Mirá las imágenes:
Galería de imágenes: Fernando Der Meguerditchian y Juan José García