Por Enrique Genovar
Por Enrique Genovar
Avasallante. Así fue el primer tiempo de Central. Y ese primer capítulo le alcanzó para quedarse con un triunfazo. Una victoria que lo pone en un lugar inmejorable de cara al gran objetivo que es clasificarse a la próxima instancia de la Copa Sudamericana.
Fue 5-0 y pudo haber sido aún mayor la diferencia. Sin embargo, la goleada fue suficiente e hizo que de cara a la última fecha del grupo quede con muchísimas chances de quedarse con el grupo y seguir soñando por el premio mayor.
Salvo los primeros minutos, después el equipo que fue dirigido por Diego Ordoñez fue amo y señor del partido. Doblegó al conjunto chileno, impuso condiciones y lo dejó sin reacción después del gol de penal que convirtió Emiliano Vecchio.
Con Lucas Gamba como figura, pero con un alto nivel de individual de todos los jugadores, el Canalla fue mucho para un rival que a pesar de ir perdiendo a los 26 minutos del encuentro nunca cambió su fisonomía, no tuvo plan B.
Central fue dueño de todo el partido y lo hizo con lo que más sabe y siguiendo los pasos a la perfección. Primero le robó la pelota al rival, luego la manejó con criterio y le dio profundidad al ataque por los costados. Así llegaron los goles y en un solo tiempo el Canalla liquidó las acciones.
El equipo del Kily fue una maquinita en cancha de Banfield. Sumando en la última fecha le alcanzaría para quedarse con el gran objetivo. Un gran presente, algo impensado un tiempo atrás donde abundaban las incógnitas. Una noche espectacular, un rendimiento para aplaudir y que, si en la última fecha puede imitar, aunque sea en algo a lo que dio ante los chilenos, no tendría que tener problemas para pasar a octavos de final.