Dieciocho personas murieron este sábado cuando un helicóptero ruso que se dirigía a una estación de combustible en Siberia se estrelló, informó el Ministerio de Transporte en Moscú.
El helicóptero Mi-8, con tres miembros de tripulación y 15 pasajeros, se estrelló poco después del despegue al chocar con la maquinaria que transportaba otro helicóptero.
El segundo helicóptero aterrizó sin problemas en un día con condiciones climáticas «normales», dijo el ministerio.
«El primer despegue fue el de un Mi-8 con carga externa sin pasajeros, el segundo se realizó con pasajeros, que eran empleados de la estación petrolera», indicó un comunicado.
«Según la información preliminar, el MI-8 con pasajeros, por razones desconocidas, colisionó con la carga externa del otro helicóptero después de despegar. Por ello, cayó y quedó destrozado y calcinado», agregó.
«Tres miembros de la tripulación y 15 pasajeros murieron», precisó.
El helicóptero estaba siendo operado por la aerolínea rusa Utair, que tiene su sede principal en el aeropuerto de Janti- Mansisk, en el oeste de Siberia.
Según un comunicado de la compañía, el incidente tuvo lugar a las 05H43 (02H43 GMT) tras el despegue desde el campo petrolero y de gas de Vankor, en el distrito de Turuhansk, en la región de Krasnoyarsk.
El campo petrolero está gestionado por la compañía rusa Rosneft a través de su subsidiaria Vankorneft.
Según Utair, el piloto, nacido en 1985, había volado 5.990 horas, 2.300 de las cuales como comandante de helicóptero.
Utair envió especialistas a investigar lo ocurrido y el Comité de Investigaciones ruso abrió una encuesta.
Los accidentes de helicóptero y aviones pequeños son frecuentes en Siberia y en el lejano oriente ruso.
En abril, un helicóptero Mi-8 se estrelló en la zona, matando a seis personas.
En noviembre de 2017, otras seis personas fallecieron en el aterrizaje accidentado de un pequeño avión en la región de Jábarovsk.