La oración del sábado es la más importante de la semana para los musulmanes y hoy es el último sábado del mes sagrado de Ramadán.
Una larga columna de fieles palestinos caminaba este sábado hacia la Ciudad Vieja de Jerusalén para rezar en el último sábado de Ramadán, ya que Israel prohibió la circulación de sus colectivos y arrestó a casi 30 personas, tras una noche de represión y choques que terminó con más de 200 palestinos heridos en la Explanada de las Mezquitas y que generó llamados a la calma de Estados Unidos, la Unión Europea y potencias regionales.
La oración del sábado es la más importante de la semana para los musulmanes y hoy es el último sábado del mes sagrado de Ramadán. Eso, sumado a la nueva noche de violencia que sufrieron cientos de fieles anoche, generó la procesión que se veía esta tarde y que hace temer una reactivación de los enfrentamientos, si las fuerzas israelíes no les permiten pasar.
El diario israelí Haaretz informó hoy de 29 detenidos, a los que se suman los de ayer, cuando además resultaron heridos 205 palestinos y 17 policías israelíes en la Explanada de las Mezquitas, uno de los lugares más disputados en la Ciudad Vieja de Jerusalén, ubicada en la parte oriental de la ciudad, que la comunidad internacional reconoce como ocupada por Israel desde 1967.
Como suele pasar, cada una de las partes acusó a la otra de iniciar la violencia: la policía israelí dijo que los fieles palestinos les arrojaron piedras y botellas y ellos respondieron con balas de goma, gases lacrimógenos y granadas ensordecedoras; mientras que los palestinos sostuvieron que pasó al revés.
Los enfrentamientos se produjeron después de que las tensiones aumentaran en las últimas semanas por las restricciones israelíes al acceso a partes de la Ciudad Vieja durante el Ramadán y la amenaza de desalojo que pesa sobre cuatro familias palestinas en el este de Jerusalén para dar paso a los colonos judíos.
Además, horas antes, la policía israelí mató a dos palestinos e hirió gravemente a un tercero, después de que abrieran fuego contra un puesto de control militar en el norte de Cisjordania.
Se esperan nuevas concentraciones hoy, convocadas por el Alto Comité de Seguimiento de los Árabes de Israel, un grupo de presión que llamó a manifestaciones en solidaridad con los palestinos de Jerusalén, informó la agencia de noticias AFP.
La Explanada de las Mezquitas (llamada Monte del Templo por los judíos) es un lugar santo para el islam y está situada justo encima del Muro de los Lamentos, el lugar de plegaria más importante para los judíos.
Aunque la tensión es habitual en esa parte de la Ciudad Vieja de Jerusalén, la violencia no lo es dentro de la explanada, que acostumbra a ser vigilada a distancia por la policía israelí.
Pero el viernes era el último del mes de ayuno de Ramadán y se concentró una gran multitud de musulmanes en la explanada.
Ante la violencia, Estados Unidos dijo estar «profundamente preocupado» e instó a ambas partes a evitar medidas que «exacerben las tensiones o alejen aún más la paz», como las «actividades de colonización, las demoliciones de casas y los actos de terrorismo».
La Unión Europea llamó hoy a las autoridades israelíes a actuar «con urgencia» para reducir las tensiones en Jerusalén, diciendo que «la violencia y la incitación son inaceptables y todos los involucrados deben ser responsabilizados».
Jordania, oficialmente el guardián de los lugares santos musulmanes en Jerusalén Este, denunció «una agresión salvaje» de las fuerzas de seguridad israelíes.
Egipto, Turquía, Catar y Baréin también criticaron a las fuerzas israelíes.
La ONU, por su parte, pidió ayer a Israel que ponga fin a las expulsiones forzadas de palestinos en Jerusalén-Este y advirtió que estas acciones podrían ser consideradas «crímenes de guerra».