Por Leonardo Grosso, diputado nacional (FdT), vicepresidente de la comisión de DDHH, fundador de la Campaña contra la Violencia Institucional y autor de la ley que declaró el 8 de mayo Día nacional de la lucha contra la violencia institucional
En junio de 2012, un conjunto de instituciones lanzamos una campaña nacional para prevenir el ejercicio de la Violencia Institucional, generando concientización y pensando herramientas para evitar el abuso de las fuerzas de seguridad y también para contener a víctimas y familiares de las víctimas.
En aquel entonces, la Masacre de La Cárcova en José León Suarez, partido de San Martín, que se cobró las vidas de los jóvenes Franco Almirón y Mauricio Ramos en manos de la policía bonaerense, funcionó como disparador para avanzar con acciones interinstitucionales para poner en relieve este tipo de situaciones.
En ese momento la Campaña fue iniciada desde la Cámara de Diputados para darle un marco de apoyo desde una de las instituciones más importantes del Estado, y si bien se logró un abordaje serio e integral a la temática todavía nos faltaba una herramienta más sólida que le permita al propio Estado argentino hacerse cargo de soluciones más estructurales.
Lo que se buscamos con este proyecto de Ley encabezado por Paula Penacca es que las instituciones del Estado se hagan cargo de esta problemática, dotando de herramientas a la Secretaría de Derechos Humanos para actuar en la prevención, el esclarecimiento y la contención.
La creación de un programa de reentrenamiento y formación con una perspectiva transversal de Derechos Humanos para las fuerzas de seguridad; la asistencia integral y reparación a las víctimas con acompañamiento psicosocial, asistencia jurídica y reparación económica y la creación de un registro nacional de violencia institucional para generar información estadística útil que permita elaborar diagnósticos claros y avanzar en la toma de decisiones, son algunos de los aspectos en lo que este proyecto pone el acento para dar un salto cualitativo fundamental.
Erradicar la violencia institucional requiere de un esfuerzo y un respaldo enorme de instituciones intermedias, especialistas, la sociedad en general; pero sobre todo de una decisión firme del Estado. Ésta ultima pata es la que queremos fortalecer dando el primer paso desde la Cámara de Diputados de la Nación. En memoria de Franco, Mauricio y de todas y todos los argentinos que sufrieron y sufren la violencia institucional.