La Fundación nació con el objetivo de garantizar derechos a niños y adolescentes de Rosario y en las últimas semanas salieron a la luz con la compra del inmueble que albergará a 10 menores vulnerados
Transformar la realidad de la niñez. Con esa premisa un grupo de 12 personas comenzó a unir ideas y fuerzas y se pusieron como meta cuidar al futuro, así llegaron a dar con una herramienta que ellos eligieron llamar «Alas para Soñar», una fundación que sale al ruedo con el objetivo de garantizar los derechos de niños y adolescentes. Un año de trabajo burocrático que culminó con la compra de un inmueble para alojar y dar asistencia integral a los más pequeños, ahora se pone en el horizonte darse a conocer ante la sociedad y evidenciar la magra realidad que viven las infancias en Rosario y Argentina.
Todo comenzó en 2020, antes de la pandemia las charlas entre los 12 fundadores siempre llegaban a un mismo punto: el análisis muy dramático y preocupante sobre la realidad de niños, niñas y adolescentes en el país. Tras un año de puesta a punto, lograron conseguir la habilitación para ser fundación y Alas para soñar dio un paso más. Sin embargo, el trabajo no se quedó allí y en marzo del 2021 lograron firmar el boleto de compra-venta que cerró el primer año de un inclaudicable esfuerzo, organización y unión.
«Fue poner primera, porque todo lo anterior fue puro tramite», resumió Iván Celis, presidente de la Fundación, en diálogo con CLG.
Celis es uno de los fundadores y marcó la mirada del grupo sobre las infancias en Argentina: «Si vos tomas el segmento de tiempo que quieras y los datos de los organismos que más te guste, ya sea un privado, una universidad pública o el Estado, vas a ver que la niñez en el país vive momentos críticos de hace muchísimo tiempo y llegamos a un momento de que 6 de cada 10 chicos en el país viven debajo de la línea de la pobreza».
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«A todos nos angustia esa situación y la realidad es que solos y sin organización es muy difícil motorizar algún cambio o pensar en algún aporte«, agregó y explicó el por qué de la fundación: «Es una herramienta o forma de organización que pudimos lograr para hacer un aporte en ese sentido y para nosotros fue un hito firmar la compra de la casa donde va a funcionar el primer centro residencial» de «Alas para Soñar».
En esta casa se atenderá a diez menores de edad hasta 14 años, los cuales vivirán allí en un espació de 220 metros cuadrados cubiertos con posibilidades de extender a un piso superior y así duplicar su superficie. «Es un espacio muy cómodo y cómo lo proyectamos va a quedar muy bien», apuntó Celis.
Para el joven es fundamental «pensar en lograr infancias libres y plenas» por eso desde Alas para Soñar «queremos ser una garantía de los derechos del niño y desde ahí también existen dificultades como pensar una casa no es cosa sencilla», destacó.
En este sentido, el presidente de la fundación dejó en claro el perfil de Alas que «desde que la persona abra la puerta de la casa y camine hasta la última baldosa esté predispuesta a recibir a un niño como un sujeto de derecho y no como una cosa«.
Los chicos y chicas llegarán a la fundación Alas derivados del Poder Judicial o de la Dirección Provincial de Niñez de Santa Fe, a partir de allí Iván aseguró no ser «solamente una guardería al estilo antiguo» y que el trabajo que realizan tiene varias puntas: «Si no podríamos garantizar escolarización, salud, acceso a la cultura, el derecho al juego y esparcimiento, no lo habríamos encarado nunca».
En las últimas semanas, el grupo realizó una campaña de ventas de pizzas para recaudar dinero para poner en valor la casa que compraron en marzo 2021 ya que «está en muy mal estado», contó Celis y agregó: «Hacer obras cuesta muchísimo, no hay valores de referencia y no podemos presupuestar, hicimos este intento y nos fue muy bien».
Otra de las formas de ayudar a la Fundación es seguirlos en redes sociales y contactarse con ellos ya que en los próximos días se realizará una reunión de voluntarios que se sumaron en el último tiempo.
Por último se tomó un tiempo para hablarle directamente a la sociedad de Rosario y se basó en la «gran solidaridad» de la ciudadanía para pedir compromiso ante «el momento dramático» de la niñez «para hacer un aporte que pueda marcar la diferencia y que todos juntos podamos revertir esta situación».
Una mirada crítica
Ivan Celis, como fundador de Alas para Soñar, realizó junto a sus compañeros un análisis de la situación de las infancias en Argentina y no basó su crítica «solamente en lo que hicieron los sucesivos gobiernos, o lo que no hicieron sería mejor decir».
«También tenemos diferencias de cómo las organizaciones trabajaron el tema: hay un paradigma que está vinculada al patronato que está agotado, los fracasos en nuestra ciudad nos movieron para impulsar Alas», sentenció Celis.
Celis fue contundente ante la realidad que viven los niños en nuestro país: «Es de total postergación, -salvo honrosas excepciones como pasó en algún momento en Santa Fe- una sola política pública que esté orientada a garantizar derechos«. En este punto admitió que existen iniciativas que solamente «alimentan el consumo y permiten acceso a algunos bienes de uso o alguna política alimentaria pero eso no puede ser considerado virtuoso porque no hay merito«.
«La realidad es que no hay espacios idóneos para el acceso a la educación, cultura y el derecho a jugar. El hecho de que todos los datos marquen que 6 de cada 10 sean pobres es que los indicies desmejoraron con el tiempo y no hay políticas publicas que garanticen los derechos del niño», argumentó el referente de Alas para Soñar.
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Además apuntó contra la difusión que le dan al tema. «No vas a encontrar mucho desafío a quien quiera a tomarnos un café y buscamos los portales y diarios, también podemos buscar perfiles de gobernadores, intendentes, ministros y vas a ver que es un tema invisibilizado«, manifestó.
De todas formas aseguró que no tiene «nada que reprocharle» a ninguna administración ya que definió a esto como un problema de la sociedad debido a que «ningún gobierno, ni funcionario, ni salvador o líder carismático que venga a resolver el problema de la niñez».
«Acá si no nos organizamos, trabajamos todos, de a poco, en un proceso pensado y metódico para ir revirtiendo la realidad, no vamos a tener nada mejor«, concluyó.