Estos objetivos son "realmente ambiciosos" y "alcanzables", aseguró su homóloga de Medio Ambiente, Svenja Schulze, en una conferencia de prensa
El Gobierno alemán anunció hoy su intención de aumentar sus objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero después de que el Tribunal Constitucional determinara que parte de su ley climática es insuficiente.
Berlín se propone ahora reducir sus emisiones en un 65% en 2030 respecto a 1990, frente al 55% anterior, y luego en un 88% en 2040, con el objetivo de alcanzar la neutralidad en carbono en 2045, cinco años antes de lo previsto, anunció el ministro de Finanzas, Olaf Scholz.
Estos objetivos son «realmente ambiciosos» y «alcanzables», aseguró su homóloga de Medio Ambiente, Svenja Schulze, en una conferencia de prensa.
«La semana próxima» se presentará un proyecto de ley en el consejo de ministros, dijeron estos dos responsables del SPD (socialdemócratas), que gobiernan junto a los conservadores de Angela Merkel, informó la agencia de noticias AFP.
El Gobierno alemán había indicado que quería reaccionar rápidamente tras la sentencia del Tribunal Constitucional de Karlsruhe, que a finales de abril rechazó parcialmente sus anteriores objetivos climáticos, adoptados en diciembre de 2019.
«Se trata de una nueva perspectiva jurídica que puede tener muchas consecuencias» y que estipula que «tenemos que hacer aún más» por las generaciones más jóvenes, subrayó hoy la canciller Angela Merkel en un intercambio virtual con estudiantes neerlandeses.
Los jueces, tras una demanda iniciada por cuatro grupos ecologistas, dictaminaron que la legislación «no se ajusta a los derechos fundamentales» de los más jóvenes.
Según los magistrados, el Gobierno no había proporcionado «exigencias suficientes para una mayor reducción de las emisiones a partir del año 2031».
«Los jóvenes nos recuerdan que somos demasiado lentos», reconoció Merkel.
La cuestión medioambiental se instaló en el centro del debate público alemán en los últimos años, con numerosas manifestaciones de jóvenes encabezadas por el movimiento «Fridays for future».
El tema logró tal trascendencia, que varios sondeos de cara a las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre sitúan a los ecologistas del partido Los Verdes en primer lugar.