El Cairo, Guiza, Assum, Poblado Nubio, Luxor y las pirámides, lugares imperdibles en un territorio lleno de historia
Después de un vuelo de más de 20 horas con escala en Madrid, llegamos a El Cairo (para ingresar a este país es necesario tener la visa que se tramita en la Embajada en Buenos Aires y la vacuna de la fiebre amarilla). El Cairo, ciudad en la que viven alrededor de 20 millones de personas, una de las urbes más importantes de África, ciudad atravesada por el Nilo, lo que más me impactó cuando la vi fue el caos en el tránsito, el ruido, el descontrol de gente, nunca había visto algo así.
Era marzo, invierno para ellos, clima templado con 23°, todo el tiempo debíamos hidratarnos con agua mineral ya que no se puede tomar agua de las canillas, ni siquiera de los hoteles. Es muy común deshidratarse sin darse cuenta, ya que el clima es muy seco y no se transpira. Es aconsejable llevar ropa cómoda, liviana, y un abrigo para la noche y la mañana temprano. Calzado cómodo para caminar por la arena, y siempre tener la cabeza cubierta.
Al llegar al hotel lo que nos impresionó fue que estaba el ejército en la entrada, nos “cacheaban” cada vez que entrábamos y salíamos del hotel y nos hacían pasar por un scanner como en los aeropuertos.
En El Cairo hay mucho para visitar, pero no se puede dejar de ver:
Mercado Khan Al-Khalili: Con una historia que se remonta al siglo XIV, este bazar es el destino de compras emblemático de El Cairo. Es un embriagador laberinto de calles, casas y comerciantes que venden de todo, desde oro y especias hasta pipas shisha y camellos de juguete, sin mencionar los inevitables escarabajos, pirámides y disfraces de danza del vientre. Es una experiencia distinta, hasta agobiante para algunos, ya que los vendedores te persiguen para que les compres y para otros muy divertida. Si o si hay que regatear los precios.
Mezquita de Alabastro: situada en la parte más alta de la ciudad. Fue construida por el gobernador otomano Mehmet Alí entre los años 1830 y 1848. Es la mezquita más visible de la capital egipcia por su elevada ubicación y la altura de sus minaretes. Fue erigida en memoria de Mehmet Alí fallecido en 1816. En la actualidad la mezquita es visita ineludible para los turistas, que desde ella pueden contemplar una vista privilegiada de la ciudad.
Museo Egipcio de El Cairo: custodia la mayor colección de objetos de la época del Antiguo Egipto; posee más de 136.000 objetos clasificados de diferentes épocas de la historia egipcia. Sobresaliendo de otros museos no solo por la cantidad, sino también por la importancia de muchos de ellos. Se encuentra en el centro de El Cairo, en la plaza Tahrir. Fue diseñado en 1900 por el arquitecto francés Marcel Dourgnon en estilo neoclásico, inaugurándose en 1902. Muchas instituciones han criticado que el museo no tiene espacio suficiente para exponer las obras, que parecen estar «apiladas» más que expuestas (el museo contaba en su apertura con 12 000 piezas y actualmente tiene 150 000) y es por ello que está en construcción el Gran Museo Egipcio, que pretende recoger la mayor parte de la colección del museo, con una tecnología y una arquitectura mucho más moderna. Sin embargo, este museo no sustituirá al presente, que continuará abierto del mismo modo. En la planta superior se destinó un amplio espacio al Tesoro de Tutankamón, donde se destaca la máscara funeraria hecha de oro con incrustaciones de piedras preciosas y joyas y varios de los objetos con los que fue enterrado uno de los faraones más conocidos de nombre. Es impresionante ver el trabajo realizado en la máscara, la delicadeza de ese trabajo es admirable.
Guiza
Pegado al casco urbano de El Cairo se encuentra Guiza, ciudad donde podemos encontrar uno de los íconos del país, motivo por el cuál millones de personas llegan a Egipto para ver Las 3 Pirámides de Guiza.
Complejo Funerario formado por las Pirámides de Keops, Kefren y Micerinos faraones de la IV dinastía y la Esfinge de Kefren: cada una fue mandada a construir por el faraón de turno, la más grande es la de Keops, tiene 146 metros de altura, con una base de 4 lados de 230 metros, realmente impresiona!!!, y uno cuando se para al lado de esas enormes piedras se siente una hormiga, literalmente una hormiga y la primer pregunta que se le viene a la cabeza es: ¿como hicieron para hacer semejante cosa en esa época sin herramientas?
Ver la pirámide de afuera acelera las pulsaciones, pero ingresar a la pirámide es subrrealista (no es para cualquiera, si sufre de claustrofobia no lo haga). Hay que subir unos escalones, pasar por pasillos muy angostos y oscuros, caminar siempre agachados, hay mucha humedad, hace mucho calor, pero entrar a la Cámara de la Reina de la Pirámide es una experiencia inolvidable.
La Esfinge, mitad león mitad faraón, representa la fuerza del imperio en los tiempos en que fue construida. Me quedé observando semejante paisaje, las tres pirámides, la esfinge, el desierto… un paisaje que muchas veces lo imaginé mientras soñaba este viaje… nada de lo que imaginé se acercaba con lo que tenía enfrente. Esto era realmente increíble.
Ciudad de Assuan
Aquí nos hospedamos en un barco y comienza nuestra travesía por el Nilo.
En Assuan viven casi 300.000 habitantes, muy dependientes del turismo, tímidos y muy amables. La importancia de Assuan en el período faraónico fue que era la cantera que proveía de piedras a las principales construcciones ordenadas por los faraones. En esta ciudad se destaca el Templo de Isis en la isla en la isla de Philae, en el Nilo. Luego de la construcción de la Presa de Assuan el lugar se inundó. En un esfuerzo sin precedentes, con el apoyo económico de la Unesco, en la segunda mitad del siglo 20 se logró trasladar aun sitio cercan y más alto todas las partes del conjunto de templos realizados en ese lugar. Cada edificio fue desmontado, cortado en trozos perfectos, numerados y vueltos a armar. Podríamos llamar a esos trabajos como a una obra faraónica contemporánea.
Pasó de ser un Templo en honor a la Diosa Isis, a un Templo Cristiano y luego terminar siendo un lugar de adoración Musulmán. En él se destacan las típicas figuras gigantescas en paredes y columnas. Lo llamaban La Perla de Egipto.
Otra propuesta muy interesante de Assuan es la navegación en falucas, embarcaciones que se desplazan a vela, como en el antiguo Egipto.
Poblado Nubio
Esta excursión se hace navegando en un barco por la aguas del Nilo. El paisaje que vamos viendo es muy diferente. Aunque es desierto aquí la arena es más dorada, hay más palmeras, una vegetación diferente. Solo esta parte del viaje ya merece la pena, además se va notando que vamos al sur y cada vez hace más calor. Pasamos por el mausoleo del AgaKhan, y por el famoso hotel Old Cataract. Construido en 1899, cuando viajaban todos los ingleses pudientes y que ha alojado a famosos como Winston Churchill, Margaret Tacher, la princesa Diana de Gales, y su clienta más famosa, Agatha Christie. Aquí pasaba largas temporadas escribiendo alguna de sus novelas, Muerte en el Nilo entre otras, incluso aquí rodaron escenas de la película. Era tan buena clienta que hasta le pusieron su nombre a una suite.
Desembarcamos en una pequeña playa. Y allí nos esperaban ellos, los camellos. Uno para cada uno, y así cual Lawrence de Arabia atravesando el desierto, subiendo dunas y disfrutando de ese maravilloso paisaje llegamos al Poblado Nubio.
El poblado Nubio es ver como una cultura dentro de otra. Viven en comunidad, es decir que todo lo que sacan lo dividen entre todo el pueblo. Los Nubios de piel más oscura que el resto de los egipcios y rasgos más africanos con ojos grandes y claros, lograron guardar sus costumbres y su dialecto, una lengua que no se escribe, sólo se habla, ellos son los que dominan su propio idioma, trasmitiéndose de generación en generación.
Sus casas están pintadas con dibujos, con el suelo de arena muy limpia. Tienen animales disecados para ahuyentar la mala suerte y su animal de granja es el cocodrilo. Tienen criaderos de cocodrilos y de ellos aprovechan todo.
Las mujeres se hacen tatuajes de henna como tradición y también a los turistas. Venden sus artesanías y de eso viven. Son muy amables, muy agradecidos y uno puede pasar unas horas conviviendo con su cultura, compartiendo con ellos mientras recorre esas callecitas tan coloridas.
Luxor
Uno de los lugares más importantes en materia de templos y construcciones. Para llegar hasta allí tenemos que pasar por una esclusa. Ésta tuvo que ser construida para que los barcos pudieran superar sin problemas un desnivel de 10 metros en el río. Los barcos van ingresando de a uno, muy lentamente, momento en el que se aprecia otra forma de supervivencia local: los vendedores, que en botes intentan comercializar sus productos, esperan en el río que pase el crucero y se amarran a él con una soga. Allí tendrán pocos minutos para seducir a los turistas con sus toallas, mantas, alfombras, regatear y cobrar. Lo harán al límite, incluso ingresando a la esclusa delante del barco.
En Luxor se destacan, entre otros:
El Templo de Karnak es una pieza de incalculable valor histórico. A diferencia de otros templos, éste fue construido durante miles de años por decenas de faraones que lo iban ampliando y modificando a su gusto. Con estructuras magnificas ya sea de imágenes sagradas o las impactantes columnas que sostenían el edificio.
Lo que más me impactó de este Templo, en primer instancia: el tamaño, todo es enorme y otra cosa que me llamó la atención es el tiempo que demandó la construcción: 2.000 años. La sensación de estar aquí es única.
Templo de Luxor se puede hacer una visita por la noche, es un espectáculo de luces. Este Templo es Patrimonio de la Humanidad desde fines del siglo XX. Luxor en español es lujo, el nombre le hace honor a la construcción. Columnas imponentes, estatuas majestuosas. En la antigüedad Estos dos templos estaban unidos por una avenida flanqueada por esfinges con cabezas humanas.
Los faraones querían construir sus pirámides, sus templos para adorar a sus dioses y pasar a la eternidad junto con todas sus pertenencias, aunque es un tema de creencias y religioso, lo que sí lograron fue inmortalizar su cultura, dejando huellas y marcas para siempre.