CLG dialogó con Daniel Gallardo, coordinador de la institución del barrio 7 de Septiembre, quien contó que están cocinando "más de 200 raciones por día"
Los comedores y merenderos, uno de los sectores más golpeados por la llegada de la pandemia, aún no se recupera y continúa con dificultades para poder cubrir la elevada demanda alimentaria que existe en los barrios más vulnerables. Se trata de una realidad que se explica principalmente en la drástica caída de donaciones particulares que reciben estas instituciones barriales, lo que provoca serias dificultades para poder sostener la demanda.
Durante los primeros meses de la pandemia, época en la que se aplicaron las restricciones más severas, la demanda alimentaria en los barrios populares creció notoriamente, lo que puso a comedores y merenderos en una situación apremiante. En ese contexto, las ayudas estatales y las campañas de donaciones se multiplicaron y la situación fue paleada. Sin embargo, el escenario actual es muy distinto: la demanda sigue siendo elevada, pero las donaciones ya no son las mismas.
Uno de los comedores de Rosario que se encuentra en esa generalizada situación es Los Pekes. Ubicado en el barrio 7 de Septiembre, este centro comunitario desde hace años trabaja para poner un plato de comida caliente en la mesa de todas las familias que lo necesiten. Sin embargo, la pandemia y la crisis económica impactó de lleno.
En este marco, CLG dialogó con Daniel Gallardo, coordinador de Los Pekes, quien relató la situación actual: «Desde el año pasado que trabajamos con pandemia y fue muy difícil. Este año también, tratamos de subsistir el día a día con donaciones, pero es muy difícil. Nos ayudan con mercadería no perecedera todos los meses; pero nos cuesta mucho conseguir el pollo, la carne, el pan, las verduras. Está muy delicado el tema y cada vez se suma más gente».
Con respecto a la evolución de la demanda, señaló: «El año pasado llegamos a hacer hasta 300 raciones diarias, después aflojó un poco y ahora de a poco con las restricciones se va a arrimando más gente, pero no estamos en condiciones de recibir a la misma cantidad de personas que el año pasado porque no contamos con tanta mercadería. Hoy estamos cocinando 200 raciones por día, entregando de lunes a viernes».
En ese marco, se refirió a las donaciones que reciben de los distintos gobiernos y de otras instituciones: «El Banco de Alimentos en un momento nos vendía mercadería, pero un día me quejé porque me daban casi nada y a la vez veías camionetas que se llevaban de todo, y después las ves en las ferias revendiendo. Nosotros que somos una institución que demostramos el trabajo día a día no nos daban casi nada. A raíz de la queja que hice me pusieron en una lista negra».
«Provincia nos trae mensualmente mercadería, que a veces no alcanza, pero igual nos ayuda mucho. Las donaciones particulares son muy escasas, bajó mucho. Empecé a retirar verduras en el mercado, pero tampoco nos alcanza para el mes. Hay que estar en la calle continuamente para poder conseguir las cosas», agregó.
Por otro lado, al ser consultado sobre cómo se encuentra el barrio 7 de Septiembre, Gallardo reconoció que «se ha vuelto peligroso». Y añadió:: «Se ve muy poco trabajo y la gente sale a rebuscársela».
El coordinador de Los Pekes aseguró que toda ayuda que permita seguir sosteniendo su labor elemental y solidaria será bienvenida y que lo que más se está necesitando «es pollo, carne y verduras». Quienes quieran colaborar pueden llegarse a la calle Lembú 1510 bis, a la altura de Martín Estrada 8030, o sino comunicarse directamente con Gallardo al celular: 341-3816691.