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Nicaragua: colegios privados decidieron suspender las clases pese a oposición del Gobierno


El país no adoptó grandes restricciones por la pandemia. La suspensión de las clases es temporal y en algunos colegios se extiende hasta el 10 de mayo

Numerosos colegios privados de Nicaragua optaron por suspender sus clases presenciales frente a un aparente rebrote de casos de coronavirus, que también afecta a escuelas públicas, en un país donde hasta ahora no se adoptaron grandes medidas de contención por la pandemia.

Especialistas independientes alertaron por el aumento de contagios de Covid-19, sobre todo después de actividades que generaron aglomeración tras las celebraciones por Semana Santa.

No obstante, el Gobierno del presidente Daniel Ortega pide no generar alarmas con la pandemia, mientras se producen discrepancias respecto de la cifra real de infecciones.

La coordinadora de la opositora Unidad Sindical Magisterial, Lesbia Rodríguez, afirmó que en los colegios públicos el Ministerio de Educación orientó a los directores que, en caso de alumnos o maestros afectados con tos, fiebre u otros síntomas, «no sean alarmistas, que es una gripe y que ahora todo lo ven como Covid-19», reportó la agencia de noticias AFP.

Las escuelas de Nicaragua, con una población de más de un millón de alumnos, en ningún momento paralizaron sus clases por la pandemia durante 2020 y comenzaron normalmente el ciclo este 2021. Una medida que el Gobierno destaca.

El colegio privado Pureza de María, al este de Managua, anunció que varios padres de familia informaron de casos de Covid-19 en sus hogares.

«Analizando la situación hemos visto que afecta a diversos grados», por lo que la dirección decidió, como medida de prevención, «suspender las clases presenciales (…) pasando a la modalidad en línea», según un documento distribuido a los apoderados.

También la escuela normal María Mazarrello y el centro escolar Enrique de Osso, ubicados en Managua, así como el Colegio Divino Pastor en Diriamba, a las afueras de la capital, todos privados, tomaron decisiones similares ante casos sospechosos de coronavirus, y pasaron a las clases virtuales.

Otros colegios como el Centroamérica, de los Jesuitas, retiraron a alumnos de una sección donde se detectó a un niño con síntomas.

La suspensión de las clases es temporal y en algunos colegios se extiende hasta el 10 de mayo.

La vicepresidenta Rosario Murillo en su discurso diario en medios oficiales, no se refirió a lo que ocurre en las escuelas ni a las alertas de especialistas, aunque llamó a «seguir cuidándonos», usar mascarillas y lavarse las manos, a la vez que instó a «continuar realizando nuestras actividades culturales, sociales y deportivas en espacios abiertos».

Nicaragua, con 6,5 millones de habitantes, no adoptó medidas de restricción para contener el Covid-19 y según reportes oficiales suma 6.898 casos y 182 fallecidos.

No obstante, el Observatorio Ciudadano, una plataforma de médicos y ciudadanos, contabiliza en 13.806 los contagios y 3.055 las muertes sospechosas o asociadas con la pandemia.

El país lleva adelante una vacunación voluntaria para personas de mayores de 60 años, con vacunas AstraZeneca donadas vía el mecanismo Covax de la OMS.

Y recientemente recibió un crédito de 100 millones de dólares del Banco Centroamericano (BCIE), para la compra de 6,8 millones de dosis.

Desde los sindicatos docentes consideraron que lo mejor para los escolares es la enseñanza presencial, como lo ha recomendado Unicef, mencionó que algunas escuelas no cuentan con agua o no se aplican medidas de prevención.

En este sentido, estimaron que en el gremio hubo 52 maestros fallecidos en 2020 y este año al menos tres, aunque cree que la cifra puede ser más alta. «Lo que pasa es que (al Covid-19) lo disfrazan de otras enfermedades», lamentó una vocera gremial.