Durante la tarde del martes pasaron por el plenario de las comisiones de Salud, Justicia y Asuntos Penales, y Asuntos Constitucionales del Senado los últimos 20 expositores del debate sobre la despenalización del aborto que culminará en la Cámara alta con la sesión pautada para el 8 de agosto. Al finalizar la audiencia, el senador del Pro Federico Pinedo expuso ante la prensa sus opinión sobre la interrupción voluntaria del embarazo y dio su palpito sobre la votación.
«El clima en el Senado es de mucho respeto, desde las dos posiciones. Prima la tolerancia y el debate ha sido enriquecedor. En Diputados fue más áspero y violento», expresó el legislador nacional.
En cuanto a su postura, el referente de cambiemos ratificó que su posición «es en contra de la legalización, pero a favor de descriminalizar a la mujer». Y agregó: «No me gusta hablar de resultados, pero me da la impresión de que lo que salió de la Cámara de Diputados no tiene consenso en el Senado, la enorme mayoría pensamos que es una mala ley».
Fundamentando su elección, señaló: «Estamos pasando de un sistema en donde abortar es un delito, a un sistema donde se considera que para los médicos no hacer un aborto es un delito».
«Hay que buscar mecanismos de acompañamiento a la mujer embarazada, más que decir que lo que antes era un delito se convirtió en un derecho y en una obligación para los médicos», afirmó.
Por otra parte, Pinedo explicó que habrá dos posturas en la votación: aquellos que quieren rechazar el proyecto y por otro lado los que querrán realizarle algunas modificaciones y aprobarlo.
En cuanto a las presiones que pueden alterar la decisión de los legisladores, el senador manifestó que «estamos discutiendo un tema de valores y las senadoras y senadores tienen los criterios suficientes para defenderlos».
Por último, se refirió a la postura de Mauricio Macri sobre este tema: «El presidente me dijo dos cosas: que nadie vote de acuerdo a lo que alguien le diga que es el interés del gobierno, porque el único interés de él es que cada senador vote de acuerdo a su conciencia. Lo segundo es que respetará el debate de la sociedad y aceptará lo que se resuelva».