El director del nosocomio informó la creación de los grupos de asistencia psíquica al personal, que expresa muestras de “cansancio y agotamiento”
El director del hospital modular Eva Perón de la ciudad de Rosario, Jorge Kilstein, informó hoy que creó grupos de apoyo para brindar asistencia psíquica al personal de enfermería que atiende a pacientes con coronavirus, debido a que hay suficientes muestras de “cansancio y agotamiento” en el plantel.
“Tras 14 meses de no haber podido bajar un cambio, sobre todo en las camas críticas Covid, donde la mortalidad fue alta, eso impacta en lo emocional” entre el personal de enfermería, dijo a Télam el director del centro de salud.
Además, señaló que “resulta muy alienante” el contraste que advierten quienes trabajan durante horas en el hospital “y ven esa locura” de exigencias, pero “cuando salen se encuentran con gente tomado cerveza o grupos de chicos agrupados y sin barbijo”.
“Ese contraste es alienante, pareciera que fueran dos realidades paralelas”, graficó el profesional.
La situación de “cansancio y estrés” del personal, puntualmente el de enfermería, llevó al director del hospital modular santafesino a “activar mecanismos de soporte y apoyo de salud mental a través del trabajo en grupos”.
“Es como los de alcohólicos anónimos, para que surjan inquietudes y que circule la palabra como dicen los psicólogos. Lo estamos trabajando en grupos y creo que es una muy buena idea”, explicó Kilstein.
La tensión que produjo en el personal la atención de pacientes con coronavirus, con una alta tasa de mortalidad, llevó al director del centro de salud a implementar primero una línea telefónica de ayuda, pero ese mecanismo no funcionó.
El hospital modular fue construido por el Gobierno nacional el año pasado al, inicio de la pandemia de coronavirus, en los terrenos del viejo hospital-escuela Eva Perón de Granadero Baigorria, ciudad lindera con Rosario hacia el norte.
Actualmente posee 76 camas, 24 críticas y 56 generales.
Las críticas están ocupadas “en un 95%” y las generales en un 65%, precisó el médico.
“Hay cansancio, hay mucho agotamiento, tenemos poca posibilidad de recambio de personal en caso de que se enferme y no tenemos cantidad de recursos humanos para suplirlo”, contó a esta agencia.
Kilstein señaló que si bien el hospital no llegó al nivel de atención del año pasado durante el pico de casos de coronavirus -a fines de octubre”-, la situación del centro de salud “es complicada”.
“Nos preocupa el mes que viene”, enfatizó, para añadir que “el año pasado arrancó la pandemia con un hospital que habíamos podido vaciarlo prácticamente”, mientras que “esta ola nos agarra con mayor ocupación, con patologías que habían sido postergadas y que ahora hay que resolver”.
El director analizó un escenario de posible aumento de la demanda de pacientes Covid, por lo que “estamos haciendo la previsión de transformar camas generales del modular en camas críticas, porque eso nos va a dar una ayuda”, dijo.
También informó que está “implementando una modalidad de ventilación no invasiva, un sistema que se llama alta flujo, para darle oxígeno a los pacientes de una manera eficaz sin intubarlo”.
Esa estrategia de atención “nos va a permitir disminuir la necesidad de camas de terapia”, completó.