La Federación Guatemalteca de Fútbol oficializó hoy el encuentro amistoso ante Argentina, a disputarse en Los Angeles, en septiembre próximo.
En tal sentido, se informó que la selección de Guatemala enfrentará a Cuba y Argentina en agosto y septiembre, en su retorno a los duelos internacionales, luego de que la FIFA levantó en mayo una suspensión que pesaba sobre la federación local, informó el martes el ente deportivo.
La suspensión impidió que selecciones y clubes guatemaltecos participaran desde 2016 en competencias internacionales como la Copa Oro, Juegos Centroamericanos y la Liga de Campeones de la Concacaf.
La Federación Nacional de Fútbol de Guatemala (Fedefut) señaló en un comunicado que la selección disputará dos juegos amistosos contra Cuba y otro ante Argentina.
El primero contra Cuba será el próximo 15 de agosto en el estadio nacional Doroteo Guamuch Flores de la capital, la máxima instalación deportiva del país.
Tres días después, ambas escuadras disputarán el segundo encuentro en el estadio Mario Camposeco de la ciudad de Quetzaltenango, en el altiplano occidental.
La Fedefut indicó que el juego de fogueo frente a Argentina será el 7 de septiembre en Los Ángeles, Estados Unidos.
¡OFICIAL! Selección Nacional de Guatemala vs. Selección de Cuba. pic.twitter.com/742DkN5JlL
— FEDEFUT GUATE (@fedefut_oficial) July 31, 2018
Guatemala es dirigida por el técnico local Walter Claverí quien la semana pasado llamó a 24 jugadores del torneo nacional para un primer ciclo de entrenamientos.
«Como se tenía contemplado (…) el retorno de nuestra selección nacional a nivel internacional, (el primer partido) se llevará a cabo en su casa y con su afición», destacó la federación, dirigida por un comité de regularización nombrado por la FIFA.
El pasado 31 de mayo, la FIFA levantó una suspensión que mantenía sobre Guatemala desde el 28 de octubre de 2016, después de que el país reformó leyes deportivas para homologar sus estatutos con los de la Fedefut y nombrar una nueva comisión en el ente.
El castigo se impuso debido a la falta de apoyo de los clubes y dirigentes locales a una primera comisión que intentaba poner orden en la federación, golpeada por el caso de corrupción internacional conocido como el Fifagate, por una trama de sobornos.