La gira reciente del ministro de Economía, Martín Guzmán, por Europa, ayudó a preparar el terreno de las negociaciones, que buscará reforzar el mismo presidente Alberto Fernández en persona
La Argentina apuntará a negociar en mayo la estrategia de posponer los vencimientos con el Club de París, y dejar temporalmente la discusión de una eventual reprogramación de las condiciones de la deuda de US$ 2.400 millones, en tanto avanza con un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para renegociar el endeudamiento de US$ 44.000 millones contraído por el gobierno de Mauricio Macri.
La gira reciente del ministro de Economía, Martín Guzmán, por Europa, ayudó a preparar el terreno de las negociaciones, que buscará reforzar el mismo presidente Alberto Fernández en persona, en una gira que arrancará el 10 de mayo.
Fernández viajará con el objetivo puesto en conseguir apoyos en medio de la negociación con el Fondo a Francia, Italia, España y Portugal, para reunirse con sus pares Emanuel Macron y Mario Draghi, entre los encuentros confirmados.
Estos países son accionistas con peso en el directorio del FMI pero a la vez tienen elevada influencia en el grupo de 22 acreedores del Club de París, al que la Argentina le debe el pago por US$ 2.400 millones, que vencen en mayo.
En rigor, el vencimiento comienza a regir el 5 de mayo y, de no pagar la Argentina hasta el 30 de mayo, empieza a correr un período de 60 días antes de declarar al país formalmente en default.
El año pasado Guzmán hizo uso de la letra chica del contrato vigente y envió una carta a los miembros del Club de París «expresando la decisión de la República de posponer hasta el 5 de mayo de 2021 el vencimiento del próximo 5 de mayo de 2020, de acuerdo con los términos que la República alcanzó con los miembros del Club de París el 29 de mayo de 2014», según la explicación oficial enviada a la Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC), en una documentación previa al lanzamiento del canje de deuda.
Era marzo, en el principio de la pandemia de coronavirus para el país, y la Argentina aún no había renegociado con los acreedores privados, ni comenzado conversaciones formales con el FMI.
Hoy, un año después, la Argentina acumula en su haber una pérdida de más de 10% de su PBI por la crisis, y aún luego de haber renegociado la deuda externa con los privados. En tanto, con el FMI avanzaron las discusiones técnicas, en el marco de «relaciones constructivas».
En el 2020, Guzmán había alcanzado también «una propuesta para modificar los términos existentes de dicho acuerdo alcanzado en 2014, buscando mayormente una extensión de los vencimientos y una significativa reducción de la tasa de interés».
Este último pedido no fue concedido, y se supeditó a un acuerdo con el FMI.
Las negociaciones con el FMI comenzaron en agosto del 2020 de manera «constructiva», pero la estrategia oficial aquí es no apurar los pasos y no suscribir compromisos en medio de un año electoral y cuando la pandemia, lejos de terminar, sigue acechando la economía.
El director del departamento Occidental del FMI, Alejandro Werner, consideró recientemente que el Fondo está en condiciones de avanzar «muy rápidamente» hacia un nuevo programa, y dijo que «la decisión de cuándo está mucho más del lado de las autoridades argentinas que de nuestro lado, y ellos decidirán de manera clara el entorno en el cual se toman estas decisiones, cuál es el mejor momento» para un acuerdo con el FMI.
En tanto, en relación con la deuda con el Club de Paris, Guzmán expresó que «la Argentina está hoy en una situación en la cual debemos tener negociaciones que nos permitan postergar esos vencimientos o refinanciarlos, y así poder dar curso a la continuidad de la recuperación económica».
«Es usual que -continuó Guzmán durante una entrevista concedida en París- para una reprogramación, el Club de París solicite que haya un programa con el FMI. Ahora acá, en efecto, hay una cuestión de tiempos», dijo al referirse a que las negociaciones por el acuerdo con el Fondo pueden llevar más tiempo que el plazo de gracia que concede el Club de París.
«Para alcanzar el programa con el FMI hace falta construir múltiples niveles de consenso. Eso se está haciendo. Pero puede llevar tiempo. Se puede ir más o menos rápido. Pero lo más importante no es que se haga rápido, sino que se haga bien», se explayó Guzmán.
Lo que planteó el ministro de Economía argentino en Europa fue que «si se tardase más en llegar a un acuerdo y este ocurriese más adelante, lo importante es contar con más tiempo con el Club de París para poder resolver este problema», admitió Guzmán, como objetivo de mínima en las negociaciones.
Guzmán también propuso que se podrían «definir acciones que eviten que haya un golpe negativo en la economía argentina en cada una de estas ramas -(por los frentes el Club de Paris y el FMI)-. Y eso es lo que estamos tratando de hacer».
Se trata de «una solución creativa», tal como expresaron desde la comitiva argentina a los periodistas.
De esta forma, Guzmán consiguió en Europa una reunión técnica con el Club de París y lo que sigue es que «ahora es el Club de París quien tiene que analizar lo que Argentina está solicitando y definir ciertas condiciones para la continuidad de las negociaciones, a fin de que podamos seguir trabajando de una forma que busque como resultado que evitemos un shock negativo para la economía argentina».
Las reuniones del Club se suelen armar todos los meses a principios de mes, y es muy probable que la Argentina esté considerada en el temario del cónclave de mayo.
La Argentina adelantó que prefiere «una buena respuesta a su planteo, que una respuesta rápida», según las palabras de Guzmán.
En este contexto, Fernández tendrá el objetivo de estrechar los lazos políticos y conseguir apoyos para un acuerdo con el FMI que, como se vio desde el planteo argentino, debería ir acompañado de un apoyo para resolver el problema de la deuda con el Club de París.