Los hechos ocurrieron en la localidad santafesina de San Justo y el proceso se llevó adelante en los tribunales de la capital provincial
Un hombre de 59 años, cuyas iniciales son JCO, fue condenado por unanimidad a 25 años de prisión por abusar sexualmente en reiteradas oportunidades de sus dos hijas cuando eran menores de edad en San Justo.
La sentencia fue resuelta en el marco de un juicio oral que finalizó esta mañana en los tribunales de la ciudad de Santa Fe. El tribunal que dispuso la condena estuvo integrado por Jorge Patrizi (presidente), Rosana Carrara y Sergio Carraro.
La fiscal que investigó los ilícitos y que representó al MPA en el debate fue Alejandra Del Río Ayala, quien valoró “la decisión de los magistrados”. En tal sentido, subrayó que “tanto el monto de la pena como las calificaciones penales por las que fue condenado el acusado son las mismas que habíamos planteado desde la Fiscalía”.
También destacó que las dos víctimas ya son mayores de edad y decidieron declarar en el juicio. “Necesitaban ser escuchadas por el tribunal. Vinieron a Santa Fe desde San Justo y con mucho dolor y con mucha valentía, prestaron su testimonio”, remarcó la fiscal.
“La investigación se inició en marzo de 2015 cuando la psicóloga de una de las víctimas tomó conocimiento de lo sucedido a partir de lo que ella le manifestó”, explicó la funcionaria del MPA y añadió que “en ese momento efectuó la denuncia y se pusieron en marcha las medidas necesarias para avanzar con la investigación”.
La fiscal advirtió que “si bien la investigación comenzó en 2015, los ataques sexuales se remontan a, por lo menos, 2008”. En la misma línea sostuvo que “el condenado estuvo preso por un homicidio y cuando salió de la cárcel comenzó a abusar de sus hijas”.
También dijo que “los delitos fueron cometidos en el marco de una familia muy vulnerable, con muy pocos recursos económicos y simbólicos, que vivía en la zona rural de San Justo y que estaba muy aislada geográficamente”.
“Tal como pudimos acreditar en el juicio, los abusos fueron cometidos en perjuicio de las dos víctimas cuando eran menores de edad”, precisó Del Río Ayala. Agregó que “comenzaron cuando transitaban su escolaridad primaria y continuaron de manera reiterada durante muchos años mientras convivieron con su padre en la misma casa”.
La fiscal también señaló que “para cometer los abusos, el acusado hizo uso de su fuerza física. Además, todo se dio en un contexto de violencia física y psicológica y de mucha vulnerabilidad”.
En este sentido, la funcionaria del MPA puntualizó que “JCO también amenazaba a las niñas y les decía que iba a matarlas a ellas y a su mamá si contaban algo de lo sucedido” y añadió que “en algunas oportunidades, una de las niñas fue obligada a presenciar los abusos a los que su padre sometía a su hermana”.
Del Río Ayala aclaró que “no se brinda el nombre del condenado porque tiene el mismo apellido que sus hijas, por lo tanto, lo que pretendemos es evitar la revictimización de las dos personas que fueron abusadas”.
Por otra parte, la fiscal concluyó que que “la condena dispuesta por el tribunal fue por la autoría –en perjuicio de las dos víctimas– de los delitos de abuso sexual con acceso carnal calificado (por el vínculo y por la convivencia), promoción a la corrupción de menores calificada (por la edad, por el vínculo y por la convivencia) y amenazas”.