Tras obtener el apoyo de la Lista Árabe Unida. Se trata de la comisión que gestiona el Legislativo hasta la formación de un nuevo gobierno
Los partidos opositores al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, lograron hoy una victoria relevante al arrebatarle el control de la Comisión de Organización de la Knéset (parlamento) gracias al apoyo de la Lista Árabe Unida.
Esa comisión tiene una importancia estratégica, ya que es la que gestiona el Legislativo hasta que se forme un nuevo gobierno.
La propuesta del principal partido de oposición, Yesh Atid, obtuvo el respaldo de 60 de los 120 diputados y 51 votos en contra, según la agencia de noticias Europa Press.
El acuerdo para el apoyo de la Lista Árabe Unida incluye la cesión de un puesto en la Comisión de Finanzas de la Knéset, la presidencia de la Comisión para Combatir la Violencia en el sector árabe y una vicepresidencia del parlamento.
«Estoy agradecido; la victoria en la votación sobre la Comisión de Organización es un nuevo paso en el camino hacia un gobierno de unidad para Israel», destacó el líder de Yesh Atid, Yair Lapid, en Twitter.
Lapid planteó ayer la formación de un gobierno de unidad formado por «patriotas sionistas» para superar la actual crisis política y la imposibilidad de formar un gobierno de izquierda o derecha tras las recientes elecciones.
«Tenemos que formar un gobierno que nos una; no un gobierno de derecha ni de izquierda, sino un gobierno de unidad israelí», afirmó Lapid en conferencia de prensa en Tel Aviv.
En el hipotético gobierno liderado por Lapid habría tres partidos de derecha (Yamina, Nueva Esperanza y Yisrael Beiteinu), dos de centro (Yesh Atid y Azul y Blanco) y dos de izquierda (Meretz y Laborista).
Lapid lidera el denominado «bloque del cambio», que aglutina a partidos de izquierda, de centro y de derecha contrarios a Netanyahu, investigado por varios casos de corrupción. Entre los siete partidos suman 58 de las 120 bancas de la Knéset surgida de las elecciones del pasado 23 de marzo, por delante de los 52 con los que cuenta Netanyahu.
Tras las elecciones del 23 de marzo, las cuartas en dos años, el presidente Reuven Rivlin encargó a Netanyahu que forme gobierno, aunque ni él ni sus adversarios tienen mayoría propia ni parece que puedan conseguirla a través de alianzas.
Si el premier no logra formar gobierno hasta el 4 de mayo y Rivlin no le da una prórroga, el presidente puede encargarle la misión a otra persona (por otro período de 28 días y tal vez con una extensión de 14) o devolver el mandato al parlamento, que tendría 21 días para decidir un candidato apoyado por al menos 61 legisladores.
Si un segundo candidato tampoco lograra formar coalición, el mandato regresará al parlamento para el mismo proceso, y en ese caso cualquier legislador podrá ser candidato a formar gobierno.
Si se superan esos 21 días y no ha habido acuerdo sobre un candidato, el nuevo parlamento se disolverá y se convocarán unas quintas elecciones.
Ayer, el Tribunal Supremo afirmó que no hay impedimento legal para que Netanyahu forme una coalición gubernamental mientras está procesado por corrupción.