Opinión

La vacuna contra los precios


Por Leo Ricciardino

El gobierno nacional mira con preocupación la otra pandemia Argentina: la inflación que en marzo dio un salto inesperado y trepó al 4,8% haciendo de muy difícil cumplimiento la meta anual del 29% que está escrita en el presupuesto 2021. La demolición del poder adquisitivo de los trabajadores hace -como lo dijo la vicepresidenta Cristina Kirchner- muy complejo de imaginar el escenario de gobernabilidad futura para el país.

La buena noticia es que -a diferencia de lo que plantea la oposición a la que no se le cae una sola idea sobre el tema y es responsable no auto percibida del desastre económico más sonoro de las últimas
décadas-; el gobierno tiene un plan estructural de mediano y largo plazo. Y ese plan pasa por el único camino posible que han seguido otras naciones del mundo para solucionar este problema que es endémico en Argentina: la intervención virtuosa del Estado que para muchos sectores es como llamar al diablo. Pavadas interesadas y mal intencionadas.

Y otra buena noticia es que el gobierno tiene al ministro de Economía capaz y decidido para llevar el plan adelante. Martín Guzmán no sólo está convencido de los objetivos trazados sino que lo explica bien y -además- se lo explica al diario Clarín. “El Estado debe jugar un rol en alinear comportamientos con aquello que macroeconómicamente es factible en una economía que aún no ha resuelto sus problemas de coordinación. Nosotros estamos llevando a cabo esas acciones para corregir los desvíos que se dieron entre lo que se proyectaba y lo que se realizó; y poder cumplir con los objetivos macroeconómicos del Presupuesto”, sostiene.

Y señaló además que esto es lo que hicieron otros países “que han logrado reducir la inflación de niveles altos, como por ejemplo México, que la pudo bajar de tres dígitos a un dígito en 7 años han llevado a cabo estas ideas”.

El ministro Guzmán plantea que el Gobierno puso un programa macroeconómico sobre la mesa. Los sindicatos respondieron de una forma responsable, alineada con los objetivos macroeconómicos, cerrando paritarias en la línea que planteaba la Ley de Presupuesto. Del otro lado, “falta trabajo por hacer. Lo que hoy no estamos viendo en la Argentina es una capacidad de coordinación entre las empresas y de liderazgo dentro de las empresas, que se condice con la capacidad de coordinación y de liderazgo que sí vemos del lado de los representantes de los trabajadores”.

En esa dirección el Gobierno prepara acuerdos de congelamiento de precios en la siderurgia, petroquímica, papel y cartón con el fin de lograr mayor estabilidad en la estructura de costos en la fabricación de alimentos. Desde la Secretaría de Industria del Ministerio de Desarrollo Productivo, se aseguró que la intención es que «los fabricantes tengan certeza y tranquilidad en su estructura de costos» ya que son sectores muy importantes en la estructura de costos en los alimentos. «Necesitamos que los industriales sepan que van a tener estabilidad en los precios de los insumos que compran para esos alimentos», dijeron los funcionarios del área y anticiparon que desde esta semana se empezarán a firmar estos acuerdos y compromisos.