Un 17 de abril de 1961 se proyectó mundialmente a la Revolución Cubana, sobre todo hacia América Latina, y su Gobierno se declaró "socialista"
La humillante derrota sufrida por el exilio cubano y Estados Unidos durante la invasión de Bahía de Cochinos, ocurrida hace 60 años, el 17 de abril de 1961, proyectó mundialmente a la Revolución Cubana, sobre todo hacia América Latina, y su Gobierno se declaró «socialista» y estrechó los lazos con la extinta Unión Soviética.
La invasión de los exiliados entrenados por la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA) en la costa suroeste de Cuba, también conocida como Playa Girón, buscaba desatar una rebelión popular contra el Gobierno de Fidel Castro.
Durante la incursión fueron derribados ocho aviones, que bombardearon varios aeropuertos cubanos, los cuales tenían pintada la bandera cubana para que pareciera la acción de desertores del Ejército de ese país.
Sin embargo, ante la evidencia de que el ataque estaba apoyado por EE.UU., el presidente demócrata John F. Kennedy desistió de hacer nuevos bombardeos, tal como estaba previsto inicialmente.
El diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista cubano (PCC), reflejó por estos días lo que ocurrió previamente a la invasión de Playa Girón:
«Amanecía sobre La Habana el sábado 15 de abril de 1961. Los rayos del sol comenzaban a filtrarse, como acariciando la mañana, cuando, dos aviones enemigos, camuflados con las insignias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, surcaron el cielo para sembrar la muerte», graficó el medio.
«Dicen que el estampido se escuchó en gran parte de la ciudad. Mortíferas cargas caían sobre el aeropuerto de Ciudad Libertad, borrando la paz, arrebatando la vida en solo segundos», prosiguió.
«La base aérea de San Antonio de los Baños y el aeropuerto de Santiago de Cuba también despertaron más temprano ese 15 de abril, bajo el crepitar de explosiones y metrallas. Fueron atacados por aviones B-26 que, esa misma madrugada, habían despegado de Puerto Cabezas, Nicaragua, con el objetivo de destruir la naciente aviación cubana y despejar, así, el camino para la próxima incursión enemiga: la invasión por Playa Girón», concluyó.
Así, poco antes de la medianoche del 16 de abril de 1961, unos 1.500 exiliados cubanos, de la Brigada 2.506, iniciaron la frustrada invasión a Cuba desde el mar por Bahía de Cochinos.
Pero, un día después, el ataque militar se convirtió en una derrota contundente para el exilio cubano y Estados Unidos, deteriorando aún más las relaciones bilaterales hasta la actualidad, tras lo cual Cuba estrechó sus relaciones con la ex Unión Soviética.
Los invasores tenían previsto un desembarco simultáneo cerca del pueblo de Playa Larga, ubicado a 35 kilómetros del extremo de dicha ensenada, infectada en una parte de mosquitos y cocodrilos.
Después del entierro de los primeros muertos de la invasión de Bahía de Cochinos, Castro declaró por primera vez el carácter socialista del proceso cubano, el mismo 16 de abril de 1961.
«Eso es lo que no pueden perdonarnos: que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de Estados Unidos», dijo en aquella oportunidad Castro, frente al cementerio Colón de La Habana, según informes de la cadena británica BBC.
El 22 de diciembre de 1961, en la Plaza de la Revolución de la capital cubana, y frente al Memorial José Martí, Fidel Castro pronunció un discurso que cambiaría la historia de la isla caribeña.
«Esa capacidad de crear, ese sacrificio, esa generosidad de unos hacia otros, esa hermandad que hoy reina en nuestro pueblo, eso es el socialismo», señaló Castro, fallecido el 25 de noviembre de 2016.
Entre abril y mayo de 1963, el expresidente cubano viajó a la Unión Soviética, donde visitó instalaciones militares secretas y se convirtió en el primer extranjero que se le permitió visitar el mausoleo de Vladimir Ilich Ulianov, Lenin, padre de la Revolución rusa de 1917.