Más del 90 por ciento de los sufragios ya fueron scrutados
Con más del 90 por ciento de los sufragios escrutados, Perú se encaminaba a un balotaje entre el sindicalista de izquierda Pedro Castillo y la populista de derecha Keiko Fujimori.
Keiko, hija del ex autócrata Alberto Fujimori y líder del partido Fuerza Popular, aventajaba por 1,6 puntos a Hernando de Soto, de Avanza País, en el marco de una elección atomizada y con una marcada puja por el segundo lugar en el balotaje del próximo 6 de junio.
Castillo, que también es maestro rural, obtenía el 18,9 por ciento de los votos, contra el 13,2 de Fujimori, quien realiza su tercera campaña presidencial bajo una libertad vigilada por encontrarse apuntada por una investigación fiscal por lavado de activos, organización criminal y obstrucción a la justicia. Según indica el diario El País, el Ministerio Público tiene documentada la supuesta recepción ilegal de fondos para la campaña electoral de Fujimori en 2011 y en 2016 por parte de la constructora brasileña Odebrecht (1.2 millones de dólares) y del principal grupo financiero peruano (3 millones de dólares).
A pesar de haber sacado 26 puntos menos que en la elección de 2016, la hija del Alberto Fujimori, no obstante, hizo en la noche del domingo un llamado a otras fuerzas de derecha, como las de Rafael López Aliaga, empresario perteneciente al Opus Dei, y al economista y ex asesor de Alberto Fujimori, Hernando de Soto, para derrotar al izquierdista Castillo. «Aquí no está en juego una persona, un nombre, un apellido o un partido político. Lo que se va a elegir es un modelo de país. Hago una invocación a los que creen en un modelo de inversión privada y no quieren que el Perú se convierta en Cuba o en Venezuela», expresó entonces la candidata de 45 años de edad. «Vamos a confrontar al populismo y a la izquierda radical. Y en ese esfuerzo estoy segura de que seremos muchos los peruanos y los ex candidatos presidenciales que se van a sumar», también señaló.
El politólogo local Jorge Aragón, por el mismo medio, advirtió que «el voto fujimorista es bastante reducido en comparación a la elección anterior de 2016. Keiko Fujimori podía pasar a segunda vuelta, pero se trata de una elección de respaldos electorales más bien modestos». «En gran medida es ese núcleo duro fujimorista que ha existido desde hace varios años y que se concentra en ciertas regiones del país (como Piura)», añadió.
Por su parte, Castillo ya había celebrado el domingo el triunfo en primera vuelta, cuando advirtió que «al pueblo peruano se le acaba de quitar la venda de los ojos». «Esto es una expresión del pueblo», dijo el candidato de izquierda en la sede del partido que lidera en Tacabamba, en la provincia de Chota. También sostuvo que no negociará con otros partidos políticos, a pesar de que su eventual gobierno nacería con un parlamento visiblemente fragmentado.