Se trata de los comicios más abiertos de su historia, con 18 candidatos
Los peruanos votaban para elegir presidente y renovar el Congreso en los comicios más abiertos de su historia, con 18 candidatos que no lograron capitalizar el gran descontento social en este país arrasado por el coronavirus.
Las elecciones coinciden con un momento tan particularmente brutal de la pandemia, que las largas filas para votar se confundían en partes de Lima con aquellas para conseguir oxígeno para familiares enfermos de coronavirus.
Más de 25,2 millones de ciudadanos están habilitados para votar al presidente, los dos vicepresidentes, los 130 miembros del Congreso unicameral y cinco diputados al Parlamento Andino, en elecciones con medidas excepcionales por la pandemia.
Al menos siete de las 18 fórmulas presidenciales -el segundo mayor número en la historia de Perú, solo superado en 2006- tienen chances de pasar a la segunda vuelta, según las cuatro principales encuestadoras del país.
Por primera vez, las consultoras no coincidieron en señalar cuáles serán las favorecidas. Semejante dispersión se verifica también en el campo parlamentario, en el que hasta 12 partidos tienen posibilidades de ganar bancas, lo que, de ocurrir, dejará un panorama similar al actual, con 11 partidos y cuatro legisladores independientes.
Perú llega a estos comicios en medio de una prolongada crisis política que consumió cuatro presidentes y dos Congresos en el actual quinquenio de Gobierno, agravada por el coronavirus y su impacto.
La economía de Perú sufrió en 2020 una de las mayores contracciones en todo el mundo y la primera en el país en más de dos décadas. En ese contexto, las encuestas reflejaron un alto desinterés electoral ciudadano.
La suma de quienes votarán en blanco, anularán el voto o aún no habían decidido a quién elegirán alcanzaba a entre 25% y 36,9% del padrón, según los últimos sondeos de las cuatro mayores firmas de opinión pública.
Los candidatos con opciones de llegar al balotaje son el exlegislador centrista Yonhy Lescano; la exlegisladora populista de derecha Keiko Fujimori; el liberal Hernando de Soto; el exfutbolista de centroderecha George Forsyth, y el empresario de derecha Rafael López Aliaga y el sindicalista de izquierda Pedro Castillo, según los sondeos. «Cualquiera sea el resultado […], lo vamos a respetar», dijo De Soto, el primero en sufragar.
El nuevo presidente asumirá el 28 de julio con el desafío de superar la emergencia sanitaria, la recesión económica y la crisis política en una nación de 33 millones de habitantes. A pesar del temor a los contagios, la oficina nacional electoral anticipó una participación de «nueve de cada diez peruanos» en los comicios, aunque el país vive la semana más mortal en 13 meses de pandemia, con un récord de 384 muertos el sábado.
Perú acumula 54.669 muertos por coronavirus y 1,6 millones de casos. Seis candidatos presidenciales han contraído el coronavirus, tres de ellos en la última semana de la campaña: Forsyth, José Vega y Marco Arana. Mientras unos peruanos votaban, decenas de otros hacían fila afuera de locales de venta o donación de oxígeno en Lima para conseguir una recarga para un familiar con Covid-19, informó la agencia de noticias AFP. El voto en Perú es obligatorio y quienes no lo ejercen se exponen a multas.
«Es injusto porque nosotros en vez de estar ahí en la votación haciendo nuestra cola, tenemos que amanecernos para recibir un balón de oxígeno», dijo Micaela Lizama, de 38 años, mientras esperaba en un local del distrito capitalino de Villa El Salvador. «Tenemos más prioridad ahorita para la salud que para las votaciones (…), porque más prioridad tiene mi paciente», indicó por su parte Rubén Arias, de 22 años.
Mario Tinoco, de 52 años, dijo que prefería pagar la multa por no votar, pues «tengo que conseguir oxígeno, eso es lo principal para mí”. Los centros de votación abrieron a las 7 y cerrarán a las 19 (las 21 en Argentina).
El organismo electoral prometió divulgar los primeros resultados oficiales parciales hacia las 23:30 (1:30 del lunes en Argentina), pero el escrutinio de la parlamentaria puede tardar un par de días.