Las medidas, que rigen desde el 27 de marzo, estarán vigentes hasta el 18 de abril
Polonia anunció la extensión del confinamiento que rige desde el 27 de marzo en todo el país para hacer frente al aumento de casos de coronavirus.
«Las medidas restrictivas serán prolongadas hasta el 18 de abril», anunció el ministro de Salud, Adam Niedzielski, en una rueda de prensa. Desde que se detectó el primer caso de coronavirus en Polonia, más de 2,4 millones de personas se infectaron y 55.000 murieron.
A partir del 27 de marzo, en el país europeo rige una cuarentena nacional que incluye el cierre de comercios no esenciales y permite la apertura de bares, cafés y restaurantes solo para el despacho de comidas para llevar.
Están prohibidas las reuniones de más de cinco personas, mientras el uso de mascarillas es obligatorio incluso en la calle. Además, las clases se realizan de manera remota, mientras que los hoteles, los establecimientos de cultura y entretenimiento, los salones de belleza, gimnasios y los lugares turísticos están cerrados.
Varios países de Europa se vieron obligados a aumentar sus medidas de prevención para frenar los contagios. En Ucrania, las autoridades anunciaron el endurecimiento de las medidas el lunes, con el cierre de escuelas y jardines de infancia junto con la restricción del uso del transporte público. Las autoridades sanitarias ucranianas informaron hoy que se alcanzó un nuevo récord de hospitalizaciones y muertes por coronavirus con 5.587 y 481 respectivamente.
El aumento de muertes e infecciones viene presionando al frágil sistema de salud ucraniano desde hace varios meses. “La situación, sin exagerar, puede calificarse de crítica”, dijo el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, quien alertó que los hospitales pronto alcanzarán su capacidad máxima. Ucrania, de 41 millones de habitantes, registró más de 1,7 millones de casos y 35.498 muertes mientras.
En medio del aumento generalizado de los casos, Hungría, que desde hoy reabre ciertas actividades y servicios, reportó un récord de 311 muertes en la última jornada, un balance diario sin precedentes desde el inicio de la pandemia.
El primer ministro, Viktor Orban, anunció ayer el levantamiento de algunas restricciones después de haber superado el umbral de los 2,5 millones de vacunados al menos con una dosis, equivalente a una cuarta parte de la población.
Entre las actividades que reabren, se destaca la apertura de salones de belleza, peluquerías y negocios de bienes no esenciales. El toque de queda se mantiene vigente aunque se retrasa el inicio de las 20 a las 22 horas, informó la agencia de noticias Europa Press. Los restaurantes seguirán cerrados, mientras que los hoteles solo pueden recibir a personas que viajen por motivos de trabajo. El país acumula 693.676 contagios, casi 2.000 reportados en la última jornada, mientras que el dato de fallecidos asciende a 22.409.
En tanto, República Checa, uno de los países de Europa más afectados por la pandemia, anunció hoy el recambio del ministro de Salud, Jan Blatny, en medio de críticas por la negativa del titular de esa cartera a permitir el uso de la vacuna Sputnik V para hacer frente al coronavirus.
Recientemente, el primer ministro, Andrej Babis, había criticado a Blatny por su manejo de la pandemia, incluida la imposición de condiciones estrictas para el uso de medicamentos experimentales para tratar a los pacientes con Covid-19.
Blatny también fue criticado por el presidente, Milos Zeman, quien exigió su despido por su negativa a permitir el uso de la vacuna Sputnik V porque no fue aprobada hasta el momento por el regulador de drogas de la Unión Europea. República Checa, de 10,7 millones de habitantes, registró 1,65 millones de casos confirmados y 27.329 muertes desde el inicio de la pandemia