Falta de controles, relajación y los contagios de coronavirus que no paran de crecer, más de un año después. La opinión de los rosarinos en diálogo con CLG
A más de un año del inicio oficial de la pandemia, Argentina y en particular Rosario parece vivir, como en la película protagonizada por Bill Murray, «El día de la marmota», un bucle en el tiempo donde todo vuelve a repetirse. ¿Necesitará, como en la película, tanto tiempo para modificar su futuro o aprenderá de un 2020 donde los innumerables muertos por el covid-19 dejaron varias lecciones por aprender? Por lo que se ve, la primera opción es la que encaja más con el actual escenario.
Todo parece indicar que la región se encuentra ante una inminente segunda ola de coronavirus, aunque los comportamientos de las personas generan la impresión de que ya todo ha pasado. Mientras los casos aumentan y desde el sistema sanitario expresan su preocupación por la relajación de la población, la gente hace caso omiso de los protocolos, del uso de tapabocas, del distanciamiento y las aglomeraciones son moneda corriente en las calles de la ciudad.
La aceleración de casos positivos de Covid-19 preocupa a las autoridades y se da de manera directamente proporcional a la flexibilización casi total de la cuarentena. “Tenemos que prestar atención a la terrible relajación de bioseguridad. Vemos mucha relajación de la gente que se junta, los bares están llenos y mucha gente va a viajar. Eso me hace pensar muy mal para las semanas próximas”, consideró Gabriela Quintanilla, directora del Hospital Carrasco, en diálogo con CLG.
Por su parte, el gobernador Omar Perotti confirmó en las últimas horas que no habrá nuevas restricciones en Santa Fe, pero pidió a los habitantes de la provincia que asuman este momento «con mucho cuidado», porque «tenemos que cuidarnos entre todos, no hay otra manera».
Mientras hay quienes no respetan ningún tipo de protocolo, poniendo en riesgo la salud de los más vulnerables, principalmente de las personas mayores y aquellas que integran los grupos de riesgo, las autoridades no intensifican los controles ni sancionan a quienes incumplen las normativas vigentes en el marco de la emergencia sanitaria. Además, hay serios inconvenientes en la campaña de vacunación, sin mencionar a los vacunados VIP, y el nivel de testeos es bajo. ¿Y la trazabilidad? La trazabilidad en la región brilla por su ausencia, al tiempo que los especialistas mundiales dicen que esa es la forma de cortar con la cadena de transmisión sin tener que hacer la cuarentena.
Así, lo que Bill Murray en la película sufría en un día, Argentina, Santa Fe y Rosario parecen vivirlo en un año. La diferencia es que, en la película, el protagonista aprendía de los errores cometidos en el loop anterior y mejoraba su conducta. ¿Podrá el país hacer lo mismo? Una vez más, el Gobierno tiene la última palabra, y se verá si la decisión pasa por un tema sanitario o político. El interrogante que surge es si tendrán la muñeca política para enmendar el rumbo y aprender de los errores pasados, o se sumergirá – como en la película- en un bucle sin fin de malas decisiones.
La opinión de los rosarinos
CLG salió a la calle a consultarle a los ciudadanos si se siguen cuidando, si hay relajación y el rol del Estado en esta segunda ola de coronavirus.
«Yo creo que hay mitad y mitad, hay gente que se sigue cuidando por la segunda ola, otra que está cansada y no le da tanto importancia. Se ve en que no mantienen la distancia, el mal uso del barbijo. Siento que se están relajando» opinó una joven.
«Si no nos cuidamos, pagan justos por pecadores. En las noticias se ven fiestas clandestinas, está bien que los chicos se diviertan pero se tienen que cuidar. Siempre fue así, no creo que se relajen ahora«, expresó un hombre encuestado.
«Creo que no del todo, en el transporte sobre todo la distancia no se cumple, la gente está muy distendida, me parece lo más problemático«, señaló un joven.
Otra mujer sentenció: «Han disminuido bastante los cuidados, nos hemos relajado cuando fueron bajando los casos, ahora se viene una segundo ola y tenemos que ser conscientes para volvernos a cuidar porque muchos perdieron el miedo«.
Las últimas dos mujeres consultadas dijeron: «Hay gente que es muy desconsiderada, no tienen en cuenta a los demás y creo que fue siempre así, desde el comienzo», dijo una. Y la otra aseguró: «Tendría que haber más controles del Estado pero fundamentalmente la gente tiene que aprender a cuidarse. El gobierno debe anunciar las medidas pero también tiene que controlar que se cumpla«.
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