“Los comerciantes quieren aprovechar los días no laborables. Hay mucha incertidumbre y el futuro no es alentador”, indicó a CLG el titular de la Asociación Casco Histórico de Rosario, Fabio Acosta
En busca de salvar un flojo comienzo de año y en medio del temor a nuevas restricciones por la segunda ola de coronavirus, los comerciantes del centro de Rosario trabajarán con normalidad este Jueves Santo, en el marco de la celebración de Semana Santa. De esta manera, se espera una jornada con muchos locales abiertos, lo mismo que el sábado. En tanto que el viernes “el 95% de los negocios estarán cerrados”, según informó a CLG el titular de la Asociación Casco Histórico de Rosario, Fabio Acosta. “Los comerciantes quieren aprovechar los días no laborables, dada la opción. Hubo unanimidad en hacerlo. Los feriados no porque es difícil afrontar los gastos”, agregó.
Superados los reiterados paros de colectivos que atentaron contra la llegada de la gente a esa zona comercial, y de la mano de las flexibilizaciones, los comerciantes del centro rosarino pudieron tomar algo de aire entre tanto ahogo económico. Sin embargo, en enero y febrero las ventas no fueron las mejores y para colmo los contagios están en franco ascenso. “La situación sanitaria nos genera mucha incertidumbre, el futuro no es alentador, y nuevas restricciones serian un golpe durísimo para el sector”, indicó Acosta.
Asimismo, el representante de los comerciantes destacó que en los espacios donde se cumplen los protocolos “el nivel de contagios es bajo” y pidió que el Estado “concientice sobre las medidas de cuidad para sensibilizar a la población y frenar la transmisión del virus”.
“Hasta ahora el Estado estuvo presente con ayuda hasta diciembre del año pasado. Conforme se fueron flexibilizando las medidas, desapareció esa ayuda. Pero los comerciantes no piden subsidios, prefieren que le brinden todas las herramientas para ser autosuficientes porque apostaron a un comercio e invirtieron en él”, profundizó.
En el mismo sentido, Miguel Rucco, presidente de la Asociación de Comerciantes de Calle San Luis, afirmó que “la situación económica que nos dejó la pandemia nos obliga a tomar decisiones conjuntas y es por eso que la mayoría de los comerciantes consideró que no se puede perder un día de venta”.
“Al quedar a criterio de los comerciantes esa fue la decisión, a la que se sumaron los negocios del Paseo del Siglo y las peatonales Córdoba y San Martín”, cerró.
Unos 1.700 comercios no pudieron superar la pandemia
Por otra parte, Fabio Acosta apuntó que “sobre 17.000 comercios que hay en disponibilidad en Rosario, estamos contabilizando que están cerrados alrededor del 10%, es decir unos 1.700”. Son negocios “que podrían haber abierto con estas nuevas disposiciones horarias, pero que lamentablemente no pudieron sortear las dificultades de estar cerrados tanto tiempo conforme avanzaba la pandemia. Hay comerciantes a los que no les resultó viable y no quisieron endeudarse, por lo que decidieron no volver a abrir”, dijo en diálogo con este medio.
El titular de la Asociación Casco Histórico señaló que la cifra de comercios cerrados pueden incrementarse en los próximos meses: “Muchos todavía están trabajando, pero sin pagar sus obligaciones. Hay muchos comerciantes que están endeudados, sacaron créditos para pagar los sueldos, sacaron créditos personales, los impuestos los están dejando para después de la pandemia, están negociando con los proveedores permanentemente para que les entreguen mercadería, es una situación muy difícil”, apuntó.
El dirigente apuntó además que “hay una voluntad general de no pasar otra vez la crisis del 2001 con comercios cerrados y mucha gente desempleada. Y aseguró que “si todos los proveedores quisieran cobrar, si el Estado quisiera cobrar y no ayudar como lo está haciendo, hoy la cifra de negocios cerrados sería mucho más abultada”.