Un policía federal detectó una caja de vacunas arriba del freezer donde debían haber estado guardadas las dosis que iban a inocularse en adultos mayores
La Justicia federal investiga una denuncia contra el Pami por un lote de 300 vacunas contra el coronavirus que debieron ser descartadas tras haber sido dejadas fuera del freezer en la sede local.
Un policía federal detectó una caja de vacunas arriba del freezer donde debían haber estado guardadas las dosis que iban a inocularse en adultos mayores.
En total eran 300 vacunas, que se sospecha que ya perdieron la cadena de frío y por lo tanto no podrían utilizarse.
La investigación la inició el fiscal federal de Azul, Santiago Eyherabide, a partir de la información aportada por el uniformado, quien brindó una declaración en sede policial: para este martes se espera la testimonial de una enfermera que también dio cuenta de la existencia de la caja.
Según fuentes judiciales, ahora se intentará determinar desde cuándo estaban esas vacunas fuera del freezer y quién fue el responsable concreto de haberlas dejado en ese lugar.
Por lo pronto, la Fiscalía apuntará a saber si pudo haber alguna intención dolosa en el hecho o si se trató de un descuido.
La denuncia no tiene ningún responsable señalado, ya que no se pudo determinar hasta ahora quién dejó las vacunas en ese lugar y por qué.