La provincia de Cabo Delgado es escenario desde octubre de 2017 de ataques de milicianos islamistas conocidos como Al Shabaab
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó este lunes la autoría del ataque lanzado la semana pasada contra la ciudad de Palma, en el norte de Mozambique, aseguró que controla la localidad y que los combates dejaron más de 50 muertos.
Estado Islámico en África Central (ISCA) indicó en un comunicado publicado a través de sus canales de propaganda que el ataque fue lanzado el miércoles pasado contra la ciudad, situada en la provincia de Cabo Delgado, y añadió que entre los muertos hay «cristianos» y «cruzados».
Asimismo, expresó que sus milicianos mantienen el control de edificios gubernamentales, empresas y bancos, lo que contradice la versión de las autoridades, que si bien confirmaron «decenas» de muertos, no refirieron que hubieran perdido el control de la ciudad.
«Un grupo de terroristas penetró disimuladamente en la localidad de Palma y desencadenó las acciones que culminaron con el cobarde asesinato de decenas de personas indefensas y daños materiales en las infraestructuras del gobierno», dijo anoche el vocero del Ministerio de Defensa, Omar Saranga.
Según las informaciones recogidas por el portal de noticias Carta de Mozambique, las fuerzas de defensa lanzaron además una ofensiva en la zona con apoyo de empresas militares privadas que operan allí, entre ellas la sudafricana Dyck Advisor Group.
Fuentes citadas por ese portal y recogidas por la agencia de noticias Europa Press resaltaron que «los insurgentes están a la fuga, sin municiones ni apoyo, en dirección a Rio Rovuma y Tanzania».
«La situación sobre el terreno cambió radicalmente, pasando de un tiroteo a una persecución», agregaron.
Sin embargo, otras fuentes citadas por ese mismo medio apuntaron que los yihadistas recibieron refuerzos recientemente, lo que derivó en nuevos enfrentamientos en los alrededores de la ciudad.
El ataque arrancó apenas un día después de que la petrolera Total anunciara que retomaría próximamente sus actividades en un proyecto en la zona por una mejora de la situación de seguridad.
La cifra final de víctimas y desaparecidos seguía siendo una incógnita, ya que las comunicaciones con Palma estaban interrumpidas, en tanto miles de civiles huyeron hacia zonas de mayor vegetación o intentado alcanzar Afungi, a seis kilómetros de Palma, donde la petrolera tiene unas instalaciones.
La provincia de Cabo Delgado es escenario desde octubre de 2017 de ataques de milicianos islamistas conocidos como Al Shabaab, sin relación con el grupo homónimo que opera en Somalia y que mantiene lazos con Al Qaeda.
Desde mediados de 2019 fueron reivindicados en su mayoría por ISCA, que intensificó sus acciones desde marzo de 2020.
La situación llevó a Estados Unidos a anunciar un programa de dos meses con Mozambique para dar adiestramiento a marines de ese país «para apoyar los esfuerzos y evitar la propagación del terrorismo y el extremismo violento», según confirmó la semana pasada la Embajada norteamericana en el país africano.
Más tarde, Washington condenó el ataque y se declaró «decidido» a cooperar con el gobierno de Mozambique para luchar contra los yihadistas, dijo el vocero del Pentágono, John Kirby.
Los ataques yihadistas «dan testimonio de una falta total de respeto por el bienestar y la seguridad de la población local, que sufre terriblemente por las tácticas brutales e indiscriminadas de los terroristas», expuso.
Sin embargo, se negó a especificar cómo las fuerzas estadounidenses podrían ayudar a las autoridades a recuperar el control de la ciudad de Palma, de 75.000 habitantes.
«Seguimos decididos a cooperar con el gobierno de Mozambique en la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento, y para derrotar a EI», indicó, según reporte de la agencia de noticias AFP.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) manifestó hoy «profunda preocupación» por la situación en Palma y condenó «enérgicamente los ataques», afirmó Stephane Dujarric, vocero del secretario general, António Guterres.
«Estamos muy preocupados con la situación todavía en desarrollo en Palma, donde comenzaron ataques armados el 24 de marzo, matando supuestamente a decenas de personas», expuso.
«Continuamos coordinándonos estrechamente con las autoridades en el terreno para proporcionar asistencia a las personas afectadas por la violencia», añadió el portavoz, citado por la agencia de noticias AFP.
Agregó que la ONU ofrecía su «apoyo al gobierno de Mozambique en los esfuerzos para proteger a los civiles, restablecer la estabilidad y llevar ante la justicia a los autores de estos actos odiosos».