Desde esta semana ya no es obligatorio que los edificios de esta capital hagan fumigaciones todos los meses, y los consorcios podrán decidir cuándo hacerlas, en el marco de una serie de medidas que lanzó el Gobierno porteño para reducir los costos de las expensas.
Según cálculos oficiales, esta decisión generará un ahorro promedio de 20 mil pesos anuales para un edificio «tipo» de 20 departamentos.
El control de plagas más «flexible» se suma a otras dos medidas que ya fueron aplicadas: la eliminación del certificado de «edificio seguro» y del libro de datos periódicos, que supondrán un ahorro de 13 mil pesos mensuales.
Además, el Poder Ejecutivo de la Ciudad busca modificar los controles sobre los tanques de agua, que en la actualidad deben limpiarse cada seis meses, para pasar a un mecanismo que incluya un estudio de la calidad del agua que defina si es necesario limpiarlos con esa frecuencia.
También, se eliminará la obligación de revisar todos los matafuegos del edificio cada tres meses, pero se mantendrá la obligatoriedad de cambiar los equipos una vez por año.
Otra de las modificaciones previstas apunta a eliminar la obligatoriedad de contar con una vivienda para los encargados en los edificios que vayan a construirse, que hoy es una de las condiciones que se exigen para las construcciones de más de 15 departamentos.
El control de ascensores, por su parte, seguirá siendo obligatorio, pero el chequeo ya no tendrá que hacerse todos los meses sino de acuerdo con la antigüedad de cada aparato.
Por último, habrá menos exigencias con los controles de las calderas, fachadas y otras instalaciones comunes.
El Gobierno porteño calculó que estas modificaciones supondrán un ahorro de 98 mil pesos anuales para un edificio de 20 departamentos.