River Plate derrotó anoche 1 a 0 a Boca Juniors en la ciudad de Mar del Plata, en el primer superclásico del año que cerró los amistosos del fútbol de verano y que prepara el terreno para la final de la Supercopa Argentina.
El partido se disputó en el estadio José María Minella, colmado por más de 30 mil hinchas de ambos equipos que agotaron las localidades, y con el arbitraje de Facundo Tello.
El único gol del encuentro fue convertido a los 40 minutos de la primera parte por Rafael Santos Borré y selló un triunfo «millonario» marcado más por la efectividad que por el buen fútbol.
Este cruce entre River y Boca, en el cierre de una pretemporada en la que fueron protagonistas excluyentes del mercado de pases por sus contrataciones, sirvió además como prólogo de la final de la Supercopa Argentina en la que volverán a medirse el 14 de marzo, en Córdoba.
Ambos equipos llegaron a la cita de anoche con rendimientos irregulares a lo largo de la preparación y conscientes de que, si bien el resultado en un superclásico pesa, lo más importante comenzará el próximo fin de semana, cuando se reanude la Superliga.
El equipo de Guillermo Barros Schelotto vivió una semana tormentosa por el escándalo extra futbolístico de los colombianos Edwin Cardona y Wilmar Barrios, y aun no pudo ganar desde la vuelta de las vacaciones: también perdió con Godoy Cruz en Mendoza y con Aldosivi por penales en el Minella.
Para el partido contra River, el «Mellizo» armó un equipo mixto entre suplentes y titulares, pensando en el arranque del torneo contra Colón el próximo sábado: Carlos Tevez estuvo nuevamente entre los once, y se sumaron los refuerzos Julio Buffarini –que se fue expulsado- y Emmanuel Mas.
En River, en tanto, Marcelo Gallardo dispuso a la mayoría de los titulares, sin utilizar al refuerzo estrella del verano, el delantero Lucas Pratto. Durante su pretemporada en Estados Unidos, el «Millonario» había goleado a Miami United (5-0) y a un combinado de la Universidad de Florida (4-0) y perdió con Independiente Santa Fe de Bogotá (1-2).
El partido comenzó con la intensidad propia de un clásico, pero durante los primeros 15m. el juego trabado se disputó en la mitad de la cancha, con River un poco mejor parado y algo más incisivo, y Boca sin lograr que el balón llegara a los pies de Tevez.
Boca se adelantó en el terreno desde los 20 y la primera acción de juego que terminó en un remate al arco fue a los 23, con un tiro rasante de Cristian Espinoza –el de mayor movimiento en la primera etapa- que salió cerca del primer palo de Germán Lux.
El equipo «xeneize» aprovechó el repliegue momentáneo de River para plantarse cerca del área millonaria e insinuar algo de peligro con una seguidilla de corners y algún remate de media distancia como el que envió Cristian Pavón (ayer cumplió 22 años) por arriba del travesaño a los 26 minutos.
Pero a los 40 minutos, cuando el equipo de Gallardo se veía incómodo por la presión de Boca y no encontraba mayores caminos que el pelotazo para acercarse a Agustín Rossi, el colombiano Rafael Santos Borré ingresó al área por izquierda tras una gran pared con Ignacio Scocco y definió de zurda al palo más cercano para marcar el 1 a 0.
El segundo tiempo arrancó con los mismos 22 jugadores, y River tuvo una ráfaga ofensiva en pocos minutos con un remate de Scocco sobre el travesaño ingresando por derecha y un tiro libre de Gonzalo Martínez que pasó cerca del palo izquierdo de Rossi.
«Pity» comenzó a hacerse cargo de la generación de juego en el equipo de Gallardo, y a los 13m., luego de un pase atrás suyo desde la izquierda, Scocco tuvo el segundo en su pie izquierdo, pero Rossi se quedó con el balón desde el piso sobre la línea.
A los 17m. del complemento, con Boca sin haber pisado prácticamente el área, Guillermo envió al campo de juego a Ramón Ábila. Pero Wanchope tampoco logró asociarse con Tevez y la primera acción de relativo peligro la generó a los 19 el uruguayo Nahitan Nández con un remate desde afuera del área que salió desviado tras una buena acción individual.
Boca siguió sin poder inquietar a Lux y recién pudo ingresar al área con cierta nitidez a los 39 minutos de la segunda parte con una buena acción por izquierda del recién ingresado Gonzalo Maroni, que apenas logró generar un córner.
River aguantó el resultado con un notable despliegue de Leonardo Ponzio y un buen segundo tiempo de Martínez, y desde los 40 minutos supo aprovechar la superioridad numérica que le dio la expulsión de Buffarini por doble amarilla y se quedó con el superclásico del año.