Efemérides

Día Meteorológico Mundial 2021: océanos, clima y tiempo


Se celebra cada 23 de marzo en conmemoración a la entrada en vigor en 1950 de la Convención por la que se establece la Organización Meteorológica Mundial (OMM)

El Día Meteorológico Mundial se celebra cada 23 de marzo en conmemoración a la entrada en vigor en 1950 de la Convención por la que se establece la Organización Meteorológica Mundial (OMM), con el fin de mostrar la contribución esencial de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales a la seguridad y el bienestar de la sociedad.

Los temas elegidos para el Día Meteorológico Mundial reflejan cuestiones meteorológicas, climáticas o relacionadas con el agua de actualidad, como el de este año, que se centra en la relación de los océanos con el clima y con el tiempo. Así, cuando se trata del tiempo y el clima, la mayoría de nosotros solo pensamos en lo que está sucediendo en la atmósfera; y además de la necesidad de diferenciar bien estos dos últimos términos, porque no es lo mismo tiempo que clima, es necesario meter en la ecuación los océanos: “Si ignoramos el océano, perdemos una gran parte de la imagen”, advierte la OMM. Y, es que, “las grandes lagunas en los datos sobre el océano dificultan la capacidad de pronosticar con precisión el clima en escalas de tiempo extendidas y, más aún, de subestacional a estacional”, apunta el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas, en su Declaración para el Día Meteorológico Mundial.

La relación entre los océanos, el clima y el tiempo

El estrecho vínculo de los océanos con la atmósfera hace que comprender su comportamiento sea vital para pronosticar las condiciones meteorológicas y climáticas y, por ende, los efectos del cambio climático.

Así, los meteorólogos combinan las observaciones oceánicas y el conocimiento de cómo las interacciones océano-atmósfera dan forma al tiempo, el clima estacional y a largo plazo y los patrones oceánicos, de manera que las observaciones, la investigación y los servicios del océano son cada vez más críticos que nunca. Según la OMM, más del 90% del calor adicional atrapado en la Tierra por las emisiones de carbono se almacena en el océano; y solo alrededor del 2,3% calienta la atmósfera, mientras que el resto derrite la nieve y el hielo y calienta la tierra. Como resultado, la atmósfera se calienta menos rápido de lo que lo haría de otra manera. Sin embargo, esto no debería llevarnos a la inacción, ya que el calentamiento de los océanos solo retrasa el impacto total del cambio climático, cuyos efectos ya se están empezando a notar en forma de subida de nivel del mar, derretimiento de los glaciares, acidificación de los océanos u olas de calor marinas.

De acuerdo al informe de la OMM ‘The State of the Global Climate 2020’, todos los conjuntos de datos coinciden en que los índices de calentamiento de los océanos muestran un aumento especialmente fuerte en las dos últimas décadas y en todas las profundidades, además de que la última década de 2011 a 2020 fue la más calidad registrada. “Debemos actuar ahora si queremos limitar el calentamiento y la acidificación de los océanos, así como los efectos que ambas cosas producen en el medioambiente y nuestro bienestar”, decía Mercedes Martín, oceanógrafa y meteoróloga en Antena 3 Noticias, en esta entrevista publicada en iAgua Magazine 28 en marzo de 2018.

Cada acción, por muy pequeña que sea, cuenta. Comprender de qué manera nos afectan los problemas ambientales en nuestro día a día es la manera de combatir un problema global que, si bien sus efectos no se perciben tanto a nivel local, las generaciones futuras pagarán la inacción actual. En este sentido, la divulgación juega un papel fundamental.

La importancia de la divulgación meteorológica

¿Por qué es importante la meteorología en la vida de los ciudadanos? Saber responder a esta pregunta es el primer paso y aquí van algunas buenas razones: “El tipo de tiempo condiciona las actividades humanas de manera determinante: desde la generación de energía eléctrica, hasta la facilidad o dificultad para transportar mercancías y personas”, dice Miguel Ángel López, presidente de la AEMET. Así, conocer la información meteorológica es crucial para organizarnos en nuestra vida diaria más allá del aspecto lúdico, y también es especialmente importante para aquellos cuya actividad económica depende mucho de las condiciones meteorológicas, como la agricultura. Por supuesto, no podemos olvidar tampoco los fenómenos meteorológicos y climáticos adversos, cuyos pronósticos permiten salvar vidas. “La meteorología tiene que ver más que con la predicción. Es esa compleja cadena que empieza con la medición de una variable en el océano o la atmósfera y termina con una persona tomando una decisión que podría salvar su vida o mitigar la pérdida de sus medios de trabajo”, dice Rodney Martínez, el representante para América del Norte, América Central y El Caribe de la Organización Meteorológica Mundial.

Resaltar la importancia de esta ciencia en nuestras vidas sale en buena medida de la comunicación que se haga de ella. “Nuestro trabajo también consiste en mostrar cómo puede impactar el cambio climático en la vida diaria de las personas ya que, sabiendo cómo nos afectará directamente, podemos implicarnos en la causa contra él”, señala Irene Santa, meteoróloga en eltiempo.es.

En este sentido, la meteorología forma parte del día a día en todos los informativos, ya sea en prensa, radio, televisión o internet gracias a las nuevas tecnologías, pero esto no significa que la población la valore como debiera. Un problema que parte, quizá, de la educación: “No se incluye adecuadamente ni lo suficiente en la programación educativa; todavía no he encontrado un libro de texto que haga bien una clasificación de las capas de la atmósfera”, señala Isabel Zubiaurre, responsable de meteorología de La Sexta, y matiza: “No esperemos a que un fenómeno meteorológico extremo nos toque de lleno para respetar la meteorología y formemos a nuestros hijos con las ciencias de la Tierra, será la única forma de amarla”.

No obstante, y aunque en ocasiones pueden resultar un arma de doble filo, las redes sociales se han convertido en los últimos años en grandes aliadas de la divulgación y la comunicación: “Sin duda, las redes sociales son un canal muy importante a la hora de transmitir información meteorológica, y también para la divulgación de las ciencias relacionadas con el tiempo y el clima”, comparte el presidente de la AEMET, cuyo blog abre la puerta a investigadores de otras instituciones y ámbitos relacionados con la meteorología, el medio ambiente, etc. Es por ello que la divulgación ocupa gran parte del tiempo de un meteorólogo; cada vez más personas se interesan por la información relativa a la ciencia ambiental, especialmente la referente al cambio climático, y como recuerda Irene Santa, “ya se sabe, ‘si no se nombra, no existe’”, por lo que ver conversaciones sobre temas relacionados con el medioambiente y el clima en las redes sociales “es realmente una gran noticia”, señala.