Francia, Italia, Alemania y España atraviesan nuevamente una suba de los contagios, pese a que la campaña de vacunación comenzó hace tiempo. En estos país ya rigen más restricciones
Buena parte de Europa se encuentra sumergida en una nueva ola del coronavirus debido a las variantes que han ido surgiendo con el correr de la pandemia.
Francia e Italia han vuelto a confinar a buena parte de su población, mientras Alemania suspenderá las leves aperturas que había diseñado para dejar atrás los más de tres meses de estrictas restricciones que arrastra el país.
En tres semanas, la incidencia de casos en el continente ha repuntado un 34%, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de la necesidad de no relajar las medidas para evitar contagios.
La vacunación avanza muy lenta y no será suficiente para evitar el incremento de casos graves y de muertes, aseguran los expertos. Las nuevas variantes del coronavirus, más contagiosas, explican en buena parte esta tercera ola, que en algunos lugares, como Alemania, se produce pese a que el país ha mantenido el cierre de la vida pública.
Joan Caylà, de la Sociedad Española de Epidemiología, advierte de que España también podría estar entrando en la ola en la que ya están la mayoría de los países europeos. En este caso sería la cuarta. Tanto España como Portugal vivieron el pico de su tercera ola a finales de enero. Caylà apunta sobre todo al efecto que pueda suponer Francia, por ser un país vecino con el que hay mucho intercambio. Francia tiene una incidencia de casi 500 casos por 100.000 habitantes en 14 días, que prácticamente triplica la española.
En Alemania, donde la curva de nuevos casos pasó a ser ascendente hace tres semanas, los expertos hablan ya de “crecimiento exponencial” y lo atribuyen en buena medida a las nuevas variantes del virus, como la británica, que se ha extendido por el país (supone ya el 75% de los casos analizados) y es más contagiosa.
El continente ha visto sus planes de vacunación irse al traste por la pausa en el uso de la inmunización de AstraZeneca. La mayoría de países europeos dejaron de usar la vacuna tras aparecer varios episodios de trombosis. La Agencia Europea del Medicamento tomó la decisión de volver a administrarla el jueves tras declarar que es “efectiva y segura”. En el mejor de los casos, solo se perdieron cuatro días de vacunación. Alemania, Francia e Italia, por ejemplo, retomaron sus agendas al día siguiente, el viernes. España, en cambio, aún esperará hasta la próxima semana para volver a inyectar el preparado.
Tras comprobar que los confinamientos de fin de semana impuestos en algunas zonas no servían para contener el virus, el Gobierno francés decidió esta semana aplicar un tercer confinamiento en París y otros 15 departamentos con cifras de ingresos hospitalarios preocupantes. Afectará a 23 millones de personas, durará un mes y las escuelas permanecerán abiertas. Alrededor de la mitad de los italianos también vivirán en zonas confinadas al menos hasta el 6 de abril, según decidió su nuevo Ejecutivo hace unos días. El confinamiento significa que todos los negocios no esenciales deberán permanecer cerrados y que solo se podrá salir de casa por motivos de salud o laborales, o para hacer ejercicio, pero solo cerca del domicilio. Italia roza una incidencia de 500 casos por 100.000 habitantes.