El presidente del vecino país anunció que tampoco intervendrá si hay desobediencia civil contra las medidas de confinamiento impuestas por gobernadores ante el colapso sanitario
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció hoy que no intervendrá en caso de que se produzca un estallido de desobediencia civil contra las cuarentenas impuestas por los gobernadores ante el colapso sanitario,a la vez que reconoció que es «poco» el nuevo auxilio de emergencia de 52 dólares mensuales por cuatro meses que entregará a casi 40 millones de personas de baja renta.
El líder ultraderechista hizo la declaración para explicar un pedido realizado ante el Supremo Tribunal Federal, la corte máxima del país, para que sea declarado ilegal el toque de queda nocturno decretado por los gobernadores de Brasilia, Bahía y Río Grande do Sul como parte de las cuarentenas, a las cuales se opone.
«Mi Ejército no va a salir a la calle para cumplir decretos (de cuarentena) de los gobernadores. Si el pueblo decide entrar en desobedienciai civil, no les entregaré el Ejército ni por orden del Papa», amenazó a seguidores en la puerta del Palacio de la Alvorada.
Bolsonaro comparó a las cuarentenas con «dictaduras» y pronosticó «situaciones de caos» provocada por «el hambre y la falta de empleo que ya está sintiendo el pueblo por esta idea de cerrar todo».
En un momento, comenzó a amenazar con «acciones duras» a los gobernadores que insistan en las cuarentenas.
«Me culpan a mí como si fuera insensible frente a las muertes pero el hambre también mata, la depresión que causa suicidios en Brasil. ¿Dónde iremos a parar? ¿Será que la población está preparada para una acción del gobierno federal frente a eso? Pueden ser medidas duras. Para darle libertad al pueblo y para darle derecho al pueblo de ir a trabajar y eso no es dictadura, el terreno para una dictadura es justamente el hambre y la miseria», afirmó.
En este sentido, agregó, sin detallar: «Me gustaría que no llegara ese momento, pero terminará llegando».
«Yo tenía razón desde el principio. Ahora el intendente de Rìo de Janeiro (Eduardo Paes) prohibe ir a la playa, cuando la vitamina D del sol es buena para prevenir casos graves de Covid», dijo.
El mandatario elogió el plan de producción local de 20 millones de vacunas de AstraZeneca por mes que ejecutará a partir de abril el laboratorio público Fiocruz. «Estamos a favor de la vida, la vacuna, el trabajo y el ingreso de la gente», sostuvo y defendió las partidas presupuestarias destinadas a comprar camas UTI en los estados y municipios.
«¿Dónde está ese dinero?», se preguntó al intentar comparar el colapso por el aumento de pacientes que necesitan cama de UTI para enfrentar la variante P1 del coronavirus con supuestas malversaciones.
El presidente pidió a la corte que sea el Poder Legislativo el que decida sobre medidas como toque de queda o confinamiento.
El laboratorio oficial Fiocruz admitió el martes que el país se encuentra en colapso hospitalario, el peor de su historia, y recomendó distanciamiento social.
Bolsonaro también habló de la enmienda constitucional aprobada por el Congreso para reanudar el subsidio a la población más pobre.
Reconoció que es «poco pero lo único posible para el gobierno central» el pago del subsidio llamado de auxilio de emergencia por unos 55 dólares mensuales por 4 meses para compensar la crisis económica.
«Es una medida que nos genera deuda», explicó.
El año pasado, el Congreso había aprobado un piso de auxilio por seis meses de 125 dólares mensuales a 65 millones de personas y el gobierno recreó el subsidio este año, aunque con un alcance menor tanto de personas, unas 40 millones, como de dinero.