"Lo tenemos impregnado en nuestra alma. Tuve profesores maestros de lujo", dijo el mandatario
El presidente Alberto Fernández remarcó hoy el «sentimiento de pertenencia» que genera la Universidad de Buenos Aires (UBA) y destacó «el respeto a la diversidad» que se vive en sus aulas, al encabezar el acto por el bicentenario de la casa de estudios.
«En la UBA no sabemos cómo pensamos, ni de qué familia venimos, pero ahí adentro todos somos respetados y recibimos el mismo trato», dijo el jefe de Estado en su mensaje en la Manzana de las Luces del centro histórico porteño, edificio histórico donde comenzó a funcionar la UBA en 1821.
Agregó que «la UBA es igualdad» y representa «la posibilidad que todos tenemos de acceder a un centro de estudios inmenso sin que nos discriminen» porque en la Universidad de Buenos Aires «todos recibimos el mismo trato, somos respetados y podemos progresar en ese ambiente diverso».
Las palabras del Presidente cerraron el acto de inicio del bicentenario de la Universidad de Buenos Aires, cuya apertura estuvo a cargo de su rector, Alberto Barbieri.
Participaron también el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; los ministros de Educación, Nicolás Trotta; de Cultura, Tristán Bauer, y de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, además de autoridades de las facultades de la UBA y sus centros de estudiantes.
Para Fernández, la UBA marca también «la importancia de la educación como elemento de transformación de la sociedad» y, por ese motivo, reflexionó que no existe posibilidad de cambio en la sociedad si no es a través «de la educación».
«No hay ninguna posibilidad (de transformación) en los tiempos que vivimos si no es a través de la enseñanza y la educación», dijo Fernández, quien se graduó de abogado en la UBA y es docente de la Facultad de Derecho.
Por otra parte, Fernández destacó la «democratización y apertura» de la UBA, que es «modelo del mundo entero» y remarcó que «no es un lugar donde las ideas se fosilizan sino donde la transformación nos convoca y donde las ideas se mueven».
«Le debemos mucho a la Universidad de Buenos Aires y a la educación pública; yo sigo dando clases porque siento que le estoy pagando una deuda: en mi condición de Presidente no debo dejar de pagar esa deuda porque sin la UBA, no estaría acá, tampoco Kicillof, ni Rodríguez Larreta, Cafiero o Fernán Quirós», concluyó.
Por su parte, en su intervención durante el acto, Kicillof, también egresado de la UBA y docente, señaló que la Universidad estatal nació para una elite nacional pero luego ese «elitismo» se fue «rompiendo».
«La UBA nace como un centro científico, de formación y de ideas de la elite nacional y su fundación es un ladrillo central, pero la historia le va dando otro carácter a esta universidad: hay hitos que van rompiendo el elitismo de la UBA, como la Reforma Universitaria de 1918», dijo.
Agregó que esa reforma «rompió las cátedras hereditarias y vinculadas al pensamiento religioso, pero además convirtió a la universidad en algo democrático, con órganos de cogobierno» y destacó que a la UBA «no la dirige una sola persona sino que la gobiernan los estudiantes, los profesores, los no docentes y graduados, quienes eligen rectores y decanos».
«El papel que tiene que fortalecer la UBA desde su autonomía es el de convertirse en un verdadero resorte y motor de la transformación de la Argentina y debemos pedirle a la universidad que se comprometa con la transformación del país, con el desarrollo, la inclusión, una sociedad más justa y una patria más libre y soberana», afirmó Kicillof.
Además, mencionó que la UBA «tiene una tradición de lucha democrática» y ponderó que haya dejado de ser «un lugar para pocos cuando Juan Domingo Perón decidió en 1949 hacerla gratuita y pasó de tener 12 mil estudiantes a 74 mil», además de «convertirla en la universidad de hijos de trabajadores, donde ahora hay 320 mil estudiantes».
En tanto, Barbieri mencionó los cinco premios Nobel y 16 presidentes argentinos graduados en la UBA y repasó la historia de la institución al resaltar que «lo que querían los hombres de la Revolución de Mayo era que las nuevas generaciones y la clase dirigente, científica y cultural pudieran formarse en sus aulas y darle al país el motor de desarrollo que necesitaba».
El decano, además, anunció un «plan de refuncionalización de infraestructura para el bicentenario de la UBA», al que se llamará a licitación para obras en las Facultades de Agronomía, Psicología, Farmacia y Bioquímica y Ingeniería y el Centro Cultural Rojas, que tiene «un presupuesto de entre 1200 y 1500 millones de pesos».
Por su parte, Rodríguez Larreta, también egresado de esa casa de estudios, destacó «el compromiso, la solidaridad y el trabajo que hizo la UBA» en el contexto de pandemia «con los miles de estudiantes del área de medicina que trabajaron en los meses más difíciles con los vacunatorios, el plan detectar y los testeos».
«No hay dudas que la educación es un motor de igualación social en Argentina y la UBA es igualdad, es la combinación de la excelencia académica con la vocación de la inclusión social”.
Rodríguez Larreta repasó sus años de estudiante en la carrera de Contador en la UBA y aseguró que «la UBA es un orgullo, es igualdad, liderazgo, ideas, trabajo en equipo y excelencia académica», además de «nutrirse en la diversidad de origen, ideológica y perspectiva, que enriquece mucho».