Advierten sobre el incremento de trabajadores de la salud con intención de abandonar su profesión
Al menos 3.000 trabajadores de enfermería murieron en todo el mundo desde el comienzo de la pandemia de coronavirus y el fuerte estrés al que están sometidos produjo una masiva deserción de ese personal esencial, lo cual es «una señal de alarma para los gobiernos».
Así lo dio a conocer hoy el Consejo Internacional de Enfermeros y Enfermeras (ICN), que alertó que el balance de las víctimas mortales podría ser mucho mayor a causa de la falta de datos.
A un año de la declaración del Covid-19 como una pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ICN -federación que agrupa a más de 130 asociaciones nacionales que representan a los más de 13 millones enfermeros de todo el mundo- advirtió sobre el enorme aumento de esos trabajadores de la salud con intención de abandonar su profesión a causa de la presión que sufren.
Un nuevo sondeo reveló que casi una de cada cinco de las asociaciones de enfermería nacionales registra un aumento en el número de los enfermeros decididos a dejar el trabajo, según un comunicado de la ICN difundido hoy que recoge la agencia de noticias ANSA.
Además, cerca del 90% de las asociaciones se declaró «en algún modo extremadamente preocupada» y señala que entre los factores que están determinando tal éxodo figura el volumen de trabajo, los recursos insuficientes y el agotamiento por estrés.
Según el organismo con sede en Estados Unidos, el mundo ingresó en la pandemia con un déficit de seis millones de enfermeros y otros cuatro millones debieran jubilarse a más tardar en 2030.
Eso es «una señal de alarma para los gobiernos», además de que podría agravar aún más los efectos devastadores de la enfermedad, subrayó el comunicado.
Para el director ejecutivo del ICN, Howard Catton, el primer aniversario de la declaración del flagelo debería configurar un «cambio radical en el mundo en el cual los servicios sanitarios sean financiados y organizados».
«Los enfermeros se hallan al borde del precipicio y el efecto Covid sobre la asistencia de la enfermería representa una amenaza inminente para la seguridad y la solidez de nuestros sistemas de salud», lamentó.