Además, 615 personas resultaron heridas: 316 ya recibieron el alta y 299 permanecían ingresadas
Las explosiones ocurridas el domingo en instalaciones militares de la ciudad de Bata, en Guinea Ecuatorial, dejaron al menos 98 muertos y más de 615 heridos, informó el Ministerio de Salud.
En un breve comunicado en la red Twitter, la cartera precisó que 615 personas resultaron heridas tras las explosiones, de las cuales 316 ya recibieron el alta y 299 permanecían ingresadas en Hospital Regional de Bata, el Centro Médico la Paz y el Policlínico Guinea Salud.
El domingo se sucedieron al menos cinco grandes explosiones en la zona del Cuartel de Intervención Rápida de Nkuantoma, que destruyeron gran parte de los edificios de las propias instalaciones militares y de las viviendas colindantes.
La violencia de las deflagraciones hace pensar que la cifra de víctimas pueda ser muy superior a la comunicada por vías oficiales, mientras el presidente Teodoro Obiang Nguema -de 78 años, que hoy recibió la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus- instó a la población a ayudar a los damnificados.
«Es lamentable lo que ha ocurrido en la ciudad de Bata, evitemos cualquier acto de inseguridad del país; a veces la gente cree que la paz es un efecto de ausencia de la guerra, pero lo que ahora se vive en Bata es parte de la guerra», declaró Obiang, según recogió la Radio Televisión de Guinea Ecuatorial (RTVGE), citada por la agencia DPA.
El mandatario atribuyó lo ocurrido a la «imprudencia» y la «ignorancia» y la «malicia de los que conocían la peligrosidad» de la dinamita que aparentemente provocó las explosiones. «La dinamita normalmente, en otras partes, se guarda muy lejos de la población, incluso se guarda debajo de la tierra, por eso hemos sufrido esa devastación que prácticamente nos está costando un gasto económico, material y una inseguridad humana», añadió Obiang. Reseñó el mandatario que pidió ayuda internacional a través de una reunión mantenida el domingo por el ministro de Asuntos Exteriores, Simeón Oyono Esono Angue, con embajadores extranjeros.
El domingo mismo y el lunes otra vez estuvo en la zona el vicepresidente de Guinea Ecuatorial, responsable de Defensa Nacional y Seguridad del Estado, Teodoro Nguema Obiang Mangue, conocido como “Teodorín”, hijo del presidente, «supervisar las labores», según ha informado la RTVGE.
En el marco de la respuesta a la tragedia, el Ministerio de Sanidad conformó una brigada de salud mental compuesta por psiquiatras, psicólogos y enfermeras especializados en «situaciones de contingencia» para atender a las víctimas de la explosión «porque los daños no son solo físicos sino también mentales», según el comunicado de la cartera. Además, medios oficiales informaron que se envió un avión con bolsas de sangre desde la capital, Malabo, hacia Bata para abastecer a los hospitales, desbordados desde el domingo por los heridos.