Según el informe elaborado por el Centro de Economía Política Argentina, las mujeres de 14 a 29 años fueron las más afectadas
La mayor tasa de desocupación durante la pandemia fue en mujeres jóvenes, lo que refleja que las consecuencias del impacto de la emergencia sanitaria sobre la dinámica del mercado laboral profundizaron una desigualdad de género preexistente, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
«El impacto desigual es evidente: si se analiza el grupo etario de las mujeres jóvenes de 14 a 29 años, éstas fueron las que experimentaron mayores tasas de desocupación», indicó el trabajo difundido hoy.
Durante el segundo trimestre de 2020, la tasa de desocupación de este grupo fue de 5,8 puntos porcentuales más alta que la de los hombres, alcanzando la brecha más importante de los últimos 5 años.
Asimismo, fue posible observar que solo entre el primero y el segundo trimestre de 2020 la tasa de desocupación de las mujeres jóvenes creció en 4,6 puntos porcentuales, al pasar del 23,4% al 28,5%.
De acuerdo con el análisis de CEPA, «las consecuencias del impacto de la pandemia sobre la dinámica del mercado laboral cristalizan la profundización de una desigualdad de género preexistente».
Desde el Observatorio de Géneros de CEPA se llevó adelante en la primera semana de julio de 2020 la “Encuesta sobre el impacto de la pandemia en los hogares: un enfoque desde los cuidados” para conocer la afectación económica de la pandemia y el aislamiento social en los hogares argentinos.
La encuesta arrojó que durante el ASPO, la cantidad de horas que dedicaron las mujeres en promedio al trabajo no remunerado (TNR) aumentó un 70,7%, pasando de 6,9 horas diarias antes del aislamiento obligatorio a 11,8 horas diarias durante el mismo.
Análogamente, los hombres contestaron que dedicaron 7,9 horas promedio por día durante el aislamiento, mientras que anteriormente dedicaban 5 horas diarias; representando así un incremento de 60,4%.
Esta brecha en el tiempo dedicado al TNR entre hombre y mujeres creció a 3,9 horas diarias promedio, lo cual implica un incremento del 97%.
A su vez, la relación entre los niveles de ingresos de las mujeres y de los varones es un indicador síntesis de la brecha salarial de género y expresa tanto el grado en que las mujeres acceden al mercado de trabajo como los niveles monetarios que obtienen en comparación a los varones.
Los datos muestran que, incluso en el universo del empleo registrado, prevalecen elevadas brechas salariales de género: los varones perciben en promedio ingresos personales un 27% mayores que las mujeres.
Frente al contexto de crisis generada por la pandemia del Covid-19, el Gobierno nacional garantizó un ingreso básico a 8,9 millones de personas, a través del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
De este total, el 55,7% fueron mujeres y más del 60% de esas mujeres son menores de 34 años, correspondiendo al grupo más vulnerable.
«El desafío de los feminismos en este 2021 debe ser avanzar en cuantificar el trabajo reproductivo para ponerlo en valor y reconocerlo de manera efectiva, en el marco de un nuevo sistema integral de cuidados», concluyó CEPA.