El informe elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) indica que la región cerró el 2020 con un total de 209 millones de personas en situación de pobreza, 22 millones más que el año anterior
La crisis derivada de la pandemia de coronavirus en América Latina supondrá un retroceso de 12 años en términos de pobreza y de 20 años en términos de pobreza extrema, de acuerdo con un nuevo informe elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
La región cerró el año con un total de 209 millones de personas en situación de pobreza, 22 millones más que el año anterior, según el informe presentado hoy por la secretaria ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena.
El informe señala que si bien las medidas de proyección social evitaron un mayor aumento de la pobreza, las consecuencias económicas y sociales de la contingencia sanitaria serán significativas entre los países de la región más afectada por el virus, con el 27,8% de muertes registradas por Covid-19 en el mundo.
Ya desde 2014 se observaba un crecimiento continuo de la pobreza y la pobreza extrema en la región, con altos niveles de pobreza en los sectores rurales, indígenas y afrodescendientes, además de descensos continuados en el índice de desigualdad de Gini, altos niveles de informalidad y altos niveles de desigualdad de género, según la agencia de noticias Europa Press.
Entre 2014 y 2019, la pobreza en Latinoamérica aumentó desde 162 millones de personas hasta los 187 millones, mientras que en el caso de pobreza extrema el incremento fue desde 46 a 47 millones de personas.
La desocupación alcanzó el 10,7% en 2020, un incremento de 2,6 puntos porcentuales respecto del valor registrado en 2019, con una importante salida de personas de la fuerza de trabajo y una escasa posibilidad de teletrabajo, ya que sólo el 21,3% de los ocupados en la región pudo llevar a cabo el trabajo a distancia.
Los países con mayores tasas de desempleo registradas a lo largo del año fueron Argentina (20,9%), Colombia (21,8%), Costa Rica (20,1%) y Perú (39,5%), según el informe difundido hoy, que indica además que la tasa de desocupación más alta se observó en los hogares más pobres.
«Los grandes perdedores, como siempre, son los pobres», indicó Bárcena, quien indicó que «la gran pérdida que ha tenido la región en términos de trabajo es el informal».
En ese sentido, indicó que del total de empleos perdidos en Brasil, Costa Rica y México, el 76,8%, el 72,5% y el 72,6%, respectivamente, fueron informales, lo cual aumentó la vulnerabilidad de los hogares en 2020.
La Cepal estima que 491 millones de latinoamericanos (8 de cada 10) están en una situación de vulnerabilidad, ya que viven con ingresos inferiores a la línea de pobreza.
Para compensar las pérdidas de ingresos de hogares, en 2020 los gobiernos implementaron 263 medidas de protección social de emergencia e inyectaron 86.000 millones de dólares entre marzo y diciembre en transferencias monetarias y en especie. No obstante, Bárcena advirtió que la región no alcanzará la inmunidad de rebaño en 2021, debido al «fuerte acaparamiento» internacional al acceso de las vacunas, así como otras restricciones en aspectos logísticos que podrían afectar de manera negativa a las campañas de vacunación.