La baja había comenzado en la segunda quincena de enero, pero esta semana subieron los contagios registrándose un promedio de casi 6700 por día
El descenso de nuevos casos de coronavirus, que había comenzado en la segunda quincena de enero tras el incremento en diciembre, se detuvo esta semana, en la que se registraron un promedio de 6.693 nuevos reportes diarios durante los últimos siete días, contra los 5.400 promedio que se notificaron la anterior.
«En los últimos tres días vienen subiendo los casos. Son pocos días para hablar de una tendencia y puede haber influido la demora de las cargas del fin de semana largo; no obstante cuando uno analiza promedios el descenso se detuvo seguro», explicó hoy a Télam la docente e investigadora Soledad Retamar.
La especialista, que integra el Grupo de Investigación en Bases de Datos (GIBD) de la Facultad Regional Concepción del Uruguay, analizó el promedio de casos tomando los últimos siete días y evaluando también los últimos catorce.
«Si se analiza el promedio de nuevos casos tuvimos la semana del 21 de enero con 10.337 casos diarios; la semana del 28 de enero con 8.921; la del 4 de febrero con 8.016; la del 11 de febrero con 6.673, la del 18 con 5.493 y esta semana cerró con 6.693; ahí se ve una suba clara», sostuvo.
En ese sentido, consideró que como en esa estadística puede incidir una posible demoras en la carga del fin de semana largo, analizó los datos promediando 14 días.
«Acá tenemos que el 4 de febrero el promedio diario era de 8.057; el 11 de febrero de 7.482; el 18 de febrero era de 6.676 pero de ahí en adelante el descenso disminuyó mucho y en los últimos tres días se detuvo», agregó.
Por su parte, el bioinformático de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) e investigador del Conicet, Rodrigo Quiroga, fue mucho más determinante.
«Los datos de los últimos días parecen indicar que comenzó la segunda ola en Argentina, o la tercera si se tiene en cuenta el aumento de casos que tuvimos a fin de año», evaluó.
El especialista indicó que las notificaciones de nuevos contagios vienen aumentando en la Ciudad y las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Chubut, Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Río Negro, Salta, San Juan, Santa Cruz, Santa Fe y Santiago del Estero.
«Si bien es un aumento pequeño, hay un claro cambio de tendencia. Y no sorprende, estábamos esperando que ocurra por una suma de factores», indicó.
El problema que Quiroga identificó es que «muchas de las provincias en las que comienzan a aumentar de nuevo los casos lo hacen sobre un piso muy alto; entonces si empieza a haber una duplicación cada una o dos semanas la situación se puede complicar muy rápido y tener una ola peor que la de 2020 como sucedió en otras partes del mundo».
En referencia a las causas del aumento de casos -o cuanto menos del detenimiento del descenso-, Quiroga afirmó que «se trata de una suma de situaciones como la vuelta de vacaciones al trabajo, un comportamiento social similar al de diciembre con mayor frecuencia de reuniones, y la habilitaciones de todas las actividades de riesgo puertas adentro (bares, restaurantes, hoteles, gimnasios, iglesias y escuelas)».
En el mismo sentido, Retamar señaló que «el reinicio de actividades y el retorno de las personas al trabajo puede haber influido; también puede ser que estemos viendo el impacto de la movilización y la concentración de personas por el fin de semana largo de Carnaval; en diciembre (por las fiestas) vimos que eso tuvo mucho impacto».
En el análisis de las causas, el bioquímico Santiago Olszevicki, quien también analiza datos desde que comenzó la pandemia, aportó que «en la curva de notificaciones de Ciudad de Buenos Aires vemos que viene aumentando el porcentaje de casos de la franja de entre 30 y 45 años, a diferencia de lo que pasó en diciembre, que la mayoría de nuevos reportes eran de menores de 30».
Esto podría ser un indicador de que, al menos en Ciudad, el incremento podría estar impulsado por el regreso a la actividad laboral después de las vacaciones.
Quiroga señaló que «si esta tendencia se consolida va a ser necesario actuar rápido para intentar frenarla antes de que se descontrole la situación».
«Por parte de los gobiernos, para empezar, debería volverse a plantear que las actividades sólo se permitan puertas afuera, en bares, restaurantes, gimnasios o iglesias», añadió.
En relación a la ciudadanía, indicó que «tenemos que volver a reunirnos menos frecuentemente y con menor cantidad de personas, no juntarse puertas adentro, seguir usando barbijo bien ajustado a la cara y respetar la distancia mínima de dos metros».