El condenado es un hombre de 35 años. La joven de 25 años que fue estrangulada y arrojada a un aljibe
Un jurado popular declaró culpable a un hombre que fue juzgado en la ciudad entrerriana de Paraná acusado de matar en 2020 a su expareja, Fátima Acevedo, una joven de 25 años que fue estrangulada y arrojada a un aljibe tras denunciar a su agresor seis veces por violencia de género y buscar asilo con su hijo en la Casa de la Mujer local.
La presidenta del jurado, integrado por 12 titulares y cuatro suplentes, comunicó que la decisión fue unánime y que el condenado Jorge Martínez (35) es culpable de los delitos de «defraudación especial, lesiones graves en grado de tentativa y homicidio agravados por el vínculo y el contexto de violencia de género».
Además, la jueza María Carolina Castagno, a pedido de la fiscalía y de la querella, dispuso que Martínez, padre del hijo de Fátima, permanezca con prisión preventiva en la Unidad Penal 1 de Paraná hasta que la sentencia quede firme.
Finalmente, anunció que la audiencia de determinación de pena se realizará el próximo viernes 5 de marzo a las 17.
El juicio se desarrolló durante cuatro días en el Salón de Actos del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos (Stjer) en la capital entrerriana.
Esta mañana, la audiencia comenzó después de las 9 con los alegatos de las partes, tras lo cual la jueza ordenó un cuarto intermedio para que los jurados determinen la culpabilidad o inocencia de Martínez.
En su alegato, el fiscal Leandro Dato dijo que Fátima padeció «una relación signada por la violencia de género psicológica, física y económica» y remarcó que Martínez tenía «una relación de desprecio a la mujer y desde la mirada de un psicópata»; mientras que la joven «tenía sueños, quería trabajar, estudiar y alquilar una vivienda para escapar de él».
Su par Ileana Viviani recordó que el primer delito que se lo acusa data del 4 de febrero del 2020, cuando Fátima denunció a Martínez ya que «semanas antes habían discutido y Martínez le afiló cuchillos amenazándola e intentó arrojarle ácido muriático».
A partir de allí la joven «pidió ayuda para dejar de vivir con él y recuperar sus pertenencias, tarjetas de cobro y medicamentos, tuvo botón antipánico y se aplicaron medidas de restricción» contra Martínez, dijo la fiscal.
Incluso, detalló que anteriormente, a fines de 2019, Fátima alquiló una vivienda pero Martínez «se encargó de molestar a los vecinos, cortar cables de la zona y ella tuvo que regresar con él».
Respecto al femicidio ocurrido el 1 de marzo del 2020, Viviani afirmó que cada prueba «permite armar un rompecabezas perfecto para explicar que Martínez la asesinó», y señaló que tras el crimen, el acusado «utilizó el celular de Fátima desde las 16.44 horas».
«Comenzó a auto enviarse mensajes haciéndose pasar por Fátima; y compró otro chip donde se hacía pasar por Fátima y hablaba con sus amigas diciéndoles que se había ido a otra ciudad con una comunidad gitana», agregó.
La fiscal señaló que el cuerpo de Fátima, hallado el 8 de marzo adentro de un pozo de 18 metros de profundidad, en una zona descampada de Paraná y a pocos metros de la vivienda de Martínez, presentaba tres lesiones, un corte en el mentón de cuatro centímetros, producto de un golpe «que había sido en vida, lesiones, hemorragias y hematomas propios de un ahorcamiento; y otras en la región occipital».
La querellante Alejandra Pérez añadió que «no hubo una sola contradicción entre todos los testigos que declararon» y recordó a familiares de Fátima que «pretendían ayudarla pero Martínez los amenazaba para que esa ayuda nunca se pueda concretar».
Además señaló que la ex pareja del acusado «describió la misma mecánica de violencia que sufrió Fátima, y que incluso intentó asesinarla estrangulándola con guantes de látex, pero la salvó una vecina».
En tanto, dijo que las psiquiatras marcaron que Martínez es una persona «que piensa más en sí que por otra persona, manipulador, utilitarista y narcisista».
Finalmente, los abogados defensores Román Sainte Marie y Luis Sebastián Lescano pidieron que el acusado sea absuelto, ya que consideraron que los relatos de testigos presentan «dudas» y pidieron que el jurado tenga en cuenta «esas dudas razonables».
Martínez «no tenía ninguna lesión típica de estos hechos, donde la víctima tiende a defenderse y deja rastros en el agresor», aseguraron.
Cerca de las 14.30, el jurado popular pasó a deliberar. Los jurados tuvieron que optar entre 12 opciones de veredicto: cinco diferentes sobre el delito de lesiones; dos por el delito de defraudación económica; y otras cinco opciones de veredicto del femicidio.
Tras un debate de un poco más de una hora, el jurado decidió declarar a Martínez culpable de los tres delitos que se le imputaron.