Por Emilia Ottogalli
Los 20 de julio son una fiesta en Argentina. Los grupos de amigos y amigas elijen distintas formas de celebrar: para muchos, la costumbre está en una salida. Para otros, una reunión hogareña, o por qué no un presente para aquella persona con la que forjaron una amistad. Este día suele tener un impacto positivo en los locales gastronómicos o regalerías. Ricardo Diab, Secretario de la Asociación Empresaria de Rosario y Carlos Mellano, Vicepresidente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Rosario (Aehgar), dialogaron con CLG e hicieron un balance de lo acontecido este año.
«No estamos hablando del mejor año, lógicamente porque todo influye», relató Diab haciendo referencia a la situación económica. En este mismo sentido, Mellano aseguró: «La economía es una variable para nosotros más que importante. Si la gente no recupera su poder adquisitivo también regula sus gastos».
El Secretario de la Asociación Empresaria manifestó: «En líneas generales en los comercios no hubo gran repercusión excepto en algún caso puntual como en alguna regalería menor». Por consiguiente, explicó que comercialmente los números son negativos en referencia al año pasado».
A su vez, subrayó: «Lo destacable es que se volcó más gente al festejo, pero como cayó viernes no sabemos a ciencia cierta si se aprovecharon las dos cosas». El vicepresidente de Aehgar, por su parte, contó: «Fue un día en términos gastronómicos bueno, pero no hubo rotación en los distintos lugares».
Mellano declaró que «fue menor respecto a otros años porque no hubo la rotación que se esperaba». Entonces, detalló: «Hubo un cuello de botella entre las 21.30 y 22 que es el momento de mayor cantidad pero después esa mesa no se rotó. No sucedió como siempre, que a las 23 o 23.30 se rotaba un 100%».
«Ya veníamos diagnosticando que la demanda se iba a ir fraccionando. No se concentra solamente el viernes. Hubo reservas el jueves y hay para el sábado. Incluso hay reservas para el domingo», agregó.
Las comparaciones con años anteriores no dejan saldos positivos en ninguno de los rubros. De todas formas, el dirigente gastronómico concluyó: «No fue mejor que el año pasado. Pero tampoco podemos decir que fue malo».