Europa se debate hoy entre el optimismo y la reapertura, y la cautela y el temor a nuevos brote, como sucedió en Francia donde el Gobierno advirtió que la situación "se está degradando" o en Polonia donde los casos volvieron a aumentar
En medio de una disminución generalizada de las cifras epidemiológicas con algunas excepciones, Europa se debate hoy entre el optimismo y la reapertura, y la cautela y el temor a nuevos brote, como sucedió en Francia donde el Gobierno advirtió que la situación «se está degradando» o en Polonia, Estonia y República Checa, donde los casos volvieron a aumentar y se anunciaron más restricciones.
El vocero del Gobierno francés, Gabriel Attal, advirtió que la situación epidemiológica «se está degradando» en el país y «es muy preocupante en una decena de departamentos», y adelantó que mañana el primer ministro Jean Castex dará una conferencia de prensa porque el contexto actual «impone medidas rápidas y fuerte», según reprodujo la agencia de noticias AFP.
Attal destacó el empeoramiento de la situación en algunos departamentos, sobre todo en el norte del país, pero también en la región parisina, la capital. Más de 85.000 personas ya murieron en Francia, una de las naciones europeas más golpeadas por la pandemia.
Un alerta aún más contundente dio hoy Estonia.
Las autoridades sanitarias del país informaron que hoy registraron su segunda cifra récord de casos diarios tras constatar 1.069 contagios de coronavirus en una sola jornada.
El Gobierno advirtió que el país, que ya suma un total de 60.475 casos y 557 fallecidos, se enfrenta a unos meses «difíciles» entre marzo y abril, lo que provocó el endurecimiento de las restricciones sin fecha límite clara aún, según la agencia de noticias Europa Press.
Un argumento similar presentó hoy el ministro de Salud de Polonia, Adam Nidzielski, cuando anunció que el tapabocas se volverá obligatorio en todo el país.
Hasta ahora, el Gobierno permitía que se usara una bufanda o hasta un casco de motos, pero ahora demandará un tapaboca que aísle de manera efectiva la boca y la nariz, según recogió la agencia de noticias estatal PAP.
Polonia ya registró un total de 1.661.109 contagios de coronavirus y 42.808 muertos.
En República Checa, el primer ministro Andrej Babis también anunció un endurecimiento de las restricciones impuestas por la pandemia por considerar que la situación epidemiológica es «extremadamente grave».
«Estamos convencidos de que las medidas deben reforzarse y modificarse», alertó y aseguró que, si no tomara esta decisión, «en las próximas dos semanas» el sistema de salud del país tendrá «grandes problemas».
«Antes de que podamos empezar a pensar en aflojar de nuevo, no hay otra solución», agregó el premier para justificar las nuevas restricciones cuando parte de Europa occidental comienza a anunciar una reapertura gradual, como en Reino Unido y España.
En Dinamarca, por ejemplo, el Gobierno anunció hoy que decidieron levantar parcialmente a partir de marzo las restricciones impuestas por la pandemia.
«Basándose en los cálculos sobre el desarrollo de la infección, realizados por un grupo de expertos, sobre si las restricciones se levantan el 1 de marzo, el Gobierno y los partidos acordaron la reapertura», rezó el comunicado oficial leído por el canal de televisión TV2.
Esto significa que reabrirán los negocios de hasta 5.000 metros cuadrados y se permitirán actividades deportivas en grupos de un máximo de 25 personas al aire libre, además que en las regiones menos afectadas los chicos volverán a las clases de manera presencial.
Finalmente, en Italia, el ministro de Salud, Roberto Speranza, no habló de un empeoramiento de la situación, pero sí pidió cautela para evitar un nuevo brote.
«Es fundamental mantener un enfoque de gran prudencia. Con el nivel actual de incidencia de casos tenemos cinco regiones, donde las unidades de terapia intensiva superan el umbral crítico, y el Rt (índice de transmisibilidad del virus) a nivel nacional es de 0,99», argumentó Speranza al comparecer ante el Parlamento.
Según destacó, en un momento como este hay que evitar polémicas que «desorientan a los ciudadanos cada vez más cansados por esta larga crisis».
«Además de la unidad y la responsabilidad, es indispensable decir siempre la verdad a los ciudadanos. Repito mi mensaje de confianza: lograremos contener el virus con la ciencia y el personal sanitario», concluyó el ministro, citado por la agencia de noticias Sputnik.
Italia, uno de los países más golpeados de Europa, ya suma un total 2.832.162 contagios con el coronavirus y 96.348 muertos.