La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, arribó el viernes a la Argentina y su primera actividad fue reunirse con el titular del Banco Central, Luis Caputo, y el ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne, tras lo cual cenó en la Quinta de Olivos con el presidente Mauricion Macri.
Antes de la comida, la titular del organismo multilateral de crédito recibió información de primera mano de los funcionarios nacionales sobre la marcha de los esfuerzos del Gobierno para reducir el déficit fiscal, frenar la escalada del dólar y empezar a reducir los vencimientos de LEBAC.
Esos temas, sumado al control de la inflación, forman parte de los compromisos asumidos por el Gobierno para conseguir un crédito stand-by por 50.000 millones de dólares.
Apenas concluyó su encuentro con Caputo, la jefa del Fondo comunicó a través de su cuenta de Twitter la reunión, acompañada de una foto en la que se la ve sonriente.
«Ha sido un placer reunirme hoy con el presidente del Banco Central, Luis Caputo. Espero con interés seguir dialogando con el BCRA bajo su liderazgo», señaló la francesa.
Más tarde, Lagarde se trasladó hasta la Residencia Presidencial de Olivos para mantener una reunión con Dujovne: «Tuve un encuentro muy productivo con el ministro Nicolás Dujovne. Reiteré el apoyo del FMI al plan de reformas de las autoridades argentinas. Espero con ansias poder participar en los encuentros del G20 este fin de semana bajo su liderazgo», manifestó a través de sus redes sociales.
Esta es la primera visita de la directora general del FMI desde que el organismo le otorgó a la Argentina el megapréstamo, del cual ya desembolsó 15.000 millones de dólares.
El FMI prevé instalar en agosto próximo una delegación en Buenos Aires, con personal técnico y administrativo, que controlará de cerca el cumplimiento de las metas económicas y fiscales acordadas con la Argentina.
En septiembre próximo una misión oficial del organismo estará en Buenos Aires, para la primera revisión oficial del acuerdo del crédito.
Lagarde llegó al país para participar de la tercera reunión de Ministros de Finanzas y Presidentes de Bancos Centrales del G20, acompañada por el vicedirector del organismo, David Lipton; el director del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner; y el economista que tiene a su cargo el seguimiento de la Argentina, Roberto Cardarelli.
Lagarde se reunió con el presidente del Banco Central, Luis Caputo, en el Centro de Exposiciones y Convenciones (CEC), donde se realiza la reunión del G20.
El acuerdo con el Fondo que obliga al país a un fuerte ajuste fiscal y reducción de gastos es rechazado por movimientos sociales y sindicatos, que convocaron a una marcha al Banco Central, y por ese motivo la reunión con Caputo, por razones de seguridad, se realizó en la sede del CEC.
Para cerrar su primera jornada en el país, la francesa degustó el menú que le ofreció el líder del PRO en Olivos: doraditos fríos y calientes, risotto de espárragos, trucha a la parrilla con verduras grilladas y tarta de chocolate.
Además de Dujovne y Caputo, de la cena también participaron el jefe de Gabinete, Marcos Peña; y la primera dama, Juliana Awada; el subdirector del FMI, David Lipton; el director del Departamento del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner; y el jefe de la Misión para la Argentina, Roberto Cardarelli.
El encuentro en la Residencia Presidencial se dio un día después de que Macri defendiera el acuerdo con el FMI, al señalar que la oposición «quiere vender que es el cuco, que es malo».
«Esto de quererse enojar con el Fondo cuando nos quiere ayudar a hacer algo que es bueno para nosotros», había manifestado.
Lagarde recibió una carta firmada por la CGT, la CTA, dirigentes políticos, sindicales, actores y agrupaciones sociales que rechaza en duros términos el acuerdo.
La carta se leyó en un acto realizado en las puertas del Banco Central tras la movilización que se realizó desde el Obelisco y convocada por los firmantes de la misiva dirigida a la jefa del FMI.