Son 21 años de impunidad para el hombre que atropelló y mató a dos chicas, Celeste Haiek y Daniela Caruso, cuando circulaba con su auto a toda velocidad en el cruce de Salta y Oroño, ya que nunca estuvo preso y la causa prescribió. Sebastián Pira, el autor del trágico hecho en 1997, se fugó del país en octubre de ese mismo año y desde entonces casi nada se supo de él.
Con la Gente dialogó con Felipe Caruso, padre de Daniela, y Celia Haiek, hermana de Celeste. Ambos estuvieron en el inicio de los controles de alcoholemia por el Día del Amigo para concientizar sobre el riesgo que implica consumir alcohol mientras se conduce. Los familiares mostraron un profundo dolor de una herida que nunca cicatrizó.
«Esta es una esquina que no es muy cómoda para nosotros, no es fácil estar aca, vuelve a abrir heridas» comenzó relatando Felipe, quien actualmente trabaja en la Dirección de Tránsito de Rosario. «Para nosotros no ha pasado el tiempo, para mí lo de mi hija fue ayer. Tratamos de hacer todo lo que está en nuestro alcance para poder aportar algo a lo que está pasando en la ciudad y en el país con tantas muertes en el tránsito«, continuó.
Celia Haiek, hermana de Celeste, se refirió con mucha tristeza al caso Pira: «La causa prescribió, pero no para nosotros. La herida está ahí, cada vez que estamos en esta esquina esa herida vuelve a sangrar un poco«. Y agregó: «Cada uno hace lo que puede desde su lugar, en mi caso soy docente y trato de concientizar a los chicos desde pequeños de todos los riesgos que hay al consumir alcohol u otras sustancias, como el mate, al momento de manejar».
«Esta esquina es emblemática para nosotros y más todavía en este día, porque Celeste y Daniela eran amigas y seguramente seguirán siendo amigas en otro lugar» expresó Celia.
«Estoy fervientemente convencido de que la juventud ha tomado mayor conciencia que los adultos, porque los adultos ya tienen incorporado que salen a cenar y toman alcohol. Hoy en día, el joven está más comprometido. En cambio, está comprobado por las estadísticas que el adulto piensa que tomar un media botella de vino en una cena no lo va a afectar, y es al contrario, tomen lo que tomen les va a afectar. Tengo la certeza de que se puede confiar más en los jóvenes que en los adultos, lo avala la estadística» explicó Caruso.
Felipe Caruso se refirió a su trabajo de concientización en la Municipalidad: «Estamos buscando la forma de que haya menos muertos en el tránsito, poder aportar lo que podemos para que Rosario sea distinta a todas las ciudades del país. Hemos logrado algo, porque Rosario es la única ciudad del país que ha disminuido y mucho las muertes en el tránsito«.
21 años prófugo
Pira tenía 21 años de edad en el momento del hecho que conmovió a la opinión pública rosarina. Hoy, donde sea que esté, ya tiene 42. Pasó exactamente la mitad de su vida huyendo de la Justicia.
Aquel 2 de marzo del 97, manejaba el Ford Galaxy de su padre a más de 100 kilómetros por hora por calle Salta y embistió a dos jóvenes (Celeste Haiek y Daniela Caruso) que cruzaban por Oroño, arrastrando a una de ellas en el parabrisas durante casi una cuadra. La otra joven murió en el momento del impacto.