El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se muestra como el conductor del principal espacio opositor y quiere ser una "alternativa" a la coalición oficialista nacional
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aspira a conformar un armado político de Juntos por el Cambio de cara a las elecciones legislativas de este año que evite una fractura de los diferentes sectores de la coalición opositora que hicieron equilibrio durante 2020.
«Hay que limar asperezas internas», evaluó una fuente partidaria que también señaló que para las elecciones legislativas de este año Rodríguez Larreta piensa en «un armado electoral inteligente que resulte un beneficio para después», al entender que una fractura prematura dentro de Juntos por el Cambio perjudicaría el posicionamiento del alcalde porteño.
«Horacio se hizo cargo que es el referente de Juntos por el Cambio a nivel nacional», dijo a Télam uno de los presentes en la reunión de gabinete ampliado que se realizó el viernes pasado en el Teatro Colón, mientras que desde el entorno del jefe comunal indicaron que «en su ADN está la intención de mantener la unidad y el consenso en el espacio», sin eludir que en la alianza opositora «hay varias aspiraciones personales» de cara a las elecciones presidenciales del 2023.
Entre los dirigentes que se anotan en la carrera a la Casa Rosada están la ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich, que muestra un perfil combativo como sello distintivo; el ex presidente Mauricio Macri y la ex gobernadora María Eugenia Vidal, que oscila entre su regreso a la Ciudad de Buenos Aires, su cuna política, y la permanencia en territorio bonaerense.
Pese al rol de moderado que Larreta se esfuerza por demostrar, las coincidentes pretensiones de cara al 2023, a su vez, parecen destinadas a profundizar los enfrentamientos internos que ya se vivieron durante el 2020 dentro de Juntos por el Cambio.
Las discrepancias quedaron expuestas a la hora de fijar una postura frente al abordaje del Gobierno nacional de la pandemia: mientras que un sector de JxC optó por la confrontación constante, con críticas a la cuarentena y a la vacuna rusa Sputnik V, hubo dirigentes que prefirieron el diálogo con la Casa Rosada, aún cuando en el medio quedó el conflicto por el reparto de la coparticipación entre la Nación y la Ciudad de Buenos Aires.
La relación personal entre Larreta y Macri, figura preponderante en el PRO, también tuvo sus desavenencias en 2020, aunque el jefe de Gobierno y el expresidente acercaron posiciones durante un encuentro a solas en Villa La Angostura, antes de que partiera rumbo a Qatar, donde participó del Mundial de Clubes como funcionario de la Fifa.
No obstante, algunos funcionarios que comparten la agenda diaria de actividades en la sede del Gobierno porteño, en el barrio de Parque Patricios, no están muy de acuerdo con el bajo perfil del alcalde y advierten que en los próximos meses, una vez que arranque oficialmente la campaña, podría ser necesario «dar una pelea electoral en la que se sumen más voces para sostenerlo a Horacio».
En ese sentido, surgen las dudas respectos de quiénes podrían ser esos referentes, sobre todo en el ámbito porteño, ya que existe la idea que «hay un gabinete de ministros políticamente light», deslizaron las fuentes consultadas por esta agencia.
Más allá de la General Paz, en tanto, la opinión de Larreta será importante a la hora de definir la lista de candidatos en la Provincia de Buenos Aires, donde el vicejefe Diego Santilli pareció dar el salto a territorio bonaerense, no obstante volvió a cobrar fuerza la posibilidad de que sea Vidal quien lidere la nómina luego de su aparición en la semana en un acto en Lanús junto al intendente Néstor Grindetti.
Al interior del país, Larreta le dedicó un par de viajes durante enero: al mencionado a Villa La Angostura, le sumó otro a Salta, donde se reunió con el gobernador Gustavo Sáenz y la referente del PRO Bettina Romero, hija del senador nacional y ex gobernador provincial Juan Carlos Romero; aunque en el resto del año el alcalde focalizará su labor en la Ciudad.
Mientras tanto, y en esa búsqueda de reforzar su proyección nacional, la gestión de Larreta en la ciudad afrontará en breve el desafío del inicio anticipado de clases presenciales en las escuelas del distrito, en medio de la pandemia por el coronavirus.
Fuentes cercanas al alcalde porteño aseguraron a Télam que Larreta puso como prioridad de su gestión el regreso de los alumnos a las aulas y decidió que en la Ciudad de Buenos Aires ello ocurriera el 17 de febrero como una manera de tomar la iniciativa y marcar la diferencia con el resto de las provincias que, en su mayoría, iniciarán el ciclo escolar presencial el 1 de marzo.
La decisión, compartida por la plana mayor de Juntos por el Cambio, quedó ratificada por el jefe comunal porteño durante el discurso que ofreció el viernes en el Colón, donde afirmó que «es importante comenzar con la presencialidad lo antes posible, porque nos votaron para hacer lo que estamos haciendo».
El encuentro de funcionarios se dividió en dos tiempos: el primero, de agradecimiento a los equipos por el trabajo hecho durante el 2020 frente a la pandemia y de pedido para que este año «redoblen los esfuerzos»; y el segundo, donde primó un tono más político, para mostrarse como el conductor del principal espacio opositor y presentarse como una «alternativa» a la coalición oficialista nacional.